Imagen cortesía de Sputnik

Las Fuerzas Armadas de Turquía siguen atacando la región siria de Afrin, un área controlada por las milicias sirias kurdas del Partido de la Unión Democrática (PYD, por sus siglas en kurdo), según  informa la agencia rusa FAN.

Turquía considera a las unidades sirias kurdas como un brazo del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo), prohibido en el país otomano. “Turquía está a punto de perder toda su influencia en Siria y se pone histérica”.

Anteriormente, el ministro turco de Defensa, Fikri Ishik, declaró que Ankara no descartaba lanzar una operación militar en Afrin en caso de que la situación amenace a la seguridad de Turquía.

La prensa otomana informó el 11 de julio sobre el envío de seis convoyes militares al distrito de Musabeyli, en la frontera con Siria, con que, según la agencia Anadolu, Ankara busca reforzar las unidades emplazadas en la zona cercana a Afrin.

Así, el presidente del Consejo Democrático sirio —que incluye al Partido de la Unión Democrática kurdo—, Rezan Hido, informó a Sputnik que Turquía construyó una base militar cerca de la ciudad de Afrin.

“Todo indica que Ankara aumenta poco a poco su presencia militar en el norte de Siria”, recalcó, al tiempo que manifestó que el país otomano trata de rodear Afrin y, con ese objetivo, ataca con morteros las proximidades de la urbe.

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