La República Islámica de Irán realizó pruebas de un nuevo misil balístico superficie-superficie, informó hoy la agencia noticiosa iraní ISNA.
“Gracias a los esfuerzos de los expertos del departamento aeroespacial del Ministerio de Defensa de Irán se llevaron a cabo felizmente las pruebas del misil Qiam-1 (Levantamiento), que representa una nueva generación de los misiles “superficie – superficie”, funciona a base de combustible líquido y fue diseñado y ensamblado completamente en Irán”, cita la agencia las palabras del ministro de Defensa de Irán, general Ahmad Vahidi.
El general señaló, en particular, que el diseño del Qiam-1 dificulta su detección por la defensa antimisiles. Dijo que la ausencia de los estabilizadores permitió disminuir el tamaño del misil y mejorar su maniobrabilidad. “El Qiam-1” es capaz de destruir blancos con mucha precisión, subrayó.
EL comunicado no brinda las características técnicas del misil ni la fecha de su lanzamiento.
Pero según la versión electrónica del periódico iraní Tehran Times, el nuevo misil Qiam y el Fateh 110 (de corto alcance, 150-200 kilómetros) se lanzarán el 22 de agosto, el Día de la Industria de Defensa de Irán. A partir de esa fecha Teherán planea realizar pruebas de diversas armas en el transcurso de una semana.
En abril último, las autoridades de Irán anunciaron el comienzo de la fabricación masiva de cohetes antiaéreos de nueva generación “Mersad”, capaces de abatir aviones modernos a alturas bajas y medianas. El ministro de Defensa declaró en aquella ocasión que un número considerable de esos cohetes será incluido en los arsenales de las Fuerzas Armadas del país ya en 2010.
A comienzos de julio, Vahidi anunció la intención de Teherán de desarrollar su propio misil de largo alcance que se empleará para garantizar la seguridad pasiva del espacio aéreo.
Según expertos, Irán realiza enérgicamente las pruebas de nuevas armas para volver a demostrar la fuerza ante los probables intentos de ejercerle presión por parte de los países occidentales, en primer lugar, EEUU, que impusieron sanciones unilaterales a la República Islámica. Las sanciones estadounidenses afectan fundamentalmente el sector de hidrocarburos de Irán, así como a las compañías iraníes sospechosas de tener que ver con el desarrollo de programas misilísticos.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el 9 de junio del año en curso la cuarta resolución para Irán, que estipula recrudecer las sanciones impuestas anteriormente porque Teherán incumple la exigencia de la comunidad mundial de aclarar unos aspectos de su programa nuclear, incluido su componente militar.
RIA Novosti
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