Como resultado de los incidentes en la base aérea de Malstrom y en la Escuela Naval de Energía Nuclear, donde docenas de oficiales a cargo de sistemas tan sensibles como es el arsenal nuclear fueron descubiertos haciendo trampa en varios exámenes, el entonces Secretario de Defensa Chuck Hagel ordenó en enero de 2014 una serie de auditorias externas a los fines de conocer el estado de las fuerzas nucleares de los EE.UU. Como antecedente cabe mencionar que, tanto en el año 2007 como en el 2008, el ex secretario de defensa James Schlesinger y el secretario de defensa Robert Gates habían realizado respectivamente investigaciones y planeado reformas similares en las fuerzas nucleares de EE.UU.

Las mencionadas auditorías estuvieron a cargo del general retirado de la USAF Larry D. Welch y del almirante retirado de la USN John C. Harvey Jr. Entre las conclusiones obtenidas por las mismas, se encontró que el personal a cargo de la Triada Nuclear (ICBM – SSBN – Bombarderos nucleares) logra satisfacer la demanda del trabajo, pero a un alto costo debido a la falta de recursos humanos, infraestructura con un alto proceso de envejecimiento y un sistema de inspección al límite de la perfección.

De los trabajos de investigación resultaron cerca de 100 recomendaciones, algunas de las cuales ya fueron puestas en marcha y otras lo serán en los años venideros.

Se puso foco en tres asuntos:

– Organización: Aclarar la estructura de liderazgo de los medios de disuasión nuclear y reducir las cargas administrativas impuestas a las fuerzas.

– Inversión: Proveer mas recursos a los medios de disuasión nuclear para mantener y mejorar los equipos y sistemas de armas en dotación.

– Personal y entrenamiento: Cambiar la cultura de “micromanagement”, estimular la moral y mejorar las formas en que son realizados los entrenamientos y las inspecciones.

Organización.

La USAF, luego del incidente del 2007 en la base aérea de Minot (donde seis AGM-129C con cabezas nucleares fueron cargados a un B-52H Stratofortress, el cual se trasladó a la base de Barksdale sin conocimiento de la carga “viva”), tomó medidas agresivas para evitar situaciones similares, acciones que continuaron en el 2010 e incluyeron:

– Erigir un nuevo comando: Air Force Global Stretegic Strike Command, el cual tendría responsabilidad sobre todo el arsenal nuclear de la USAF.

– Establecer un asistente al Jefe de Estado Mayor de la USAF que reporte directamente sobre temas nucleares al Jefe de Estado Mayor de la USAF.

– Asignar al Centro de Armamento Nuclear de la USAF responsabilidades adicionales con respecto al mantenimiento y trabajos de ingeniería de la fuerza nuclear.

Pese a estas medidas tomadas, todavía se carecería de la atención y participación diaria de los altos mandos así como la falta de apoyo que en su momento proporcionaba el SAC. Esta falta de atención del alto mando no es característica de otras misiones de la USAF (por ejemplo combate aéreo o transporte), las cuales están bajo el mando de un general de cuatro estrellas, el cual solo se dedica al comando de la misión.

Con las reducciones a lo largo de las últimas décadas, el Global Stretegic Strike Command ha sido considerado muy pequeño para asignar un general de cuatro estrellas, lo que fue generando una limitación de influencia y atención, enviando una indeseada señal a los aviadores que realizan esta misión.

Un ejemplo a seguir sería el de la US Navy, la cual emplea un sistema de comandos de 3 estrellas bajo supervisión de comandantes de 4 estrellas, lo que proporciona una estructura para el funcionamiento de las fuerzas y la ejecución de la misión con unas fuerzas que perciben la atención de un comando de cuatro estrellas, mientras que les permite tener una participación relevante en la política de presupuesto, adquisición y asuntos operacionales de las fuerzas nucleares. Este sistema de la USN permanece en vigencia desde hace 50 años, cuando se estableció el Strategic Systems Programs.

Trident II D5 launch Ohio-class USS Nevada SSBN 733.  (U.S. Navy photo by Seaman Benjamin Crossley/Released)
Lanzamiento de un misil ballístico Trident II D5 desde un submarino nuclear clase Ohio, el USS Nevada SSBN 733. (U.S. Navy photo by Seaman Benjamin Crossley/Released)

Inversión.

Las auditorÍas dieron como resultado una fuerza nuclear en proceso de envejecimiento con foco en el financiamiento de sostén, operaciones y mantenimiento, así como también con ciertos problemas de infraestructura.

Son varias las áreas con deficiencias de larga data, como por ejemplo apoyo logístico, instalaciones, entrenamiento y directivas. Los hombres de las diferentes fuerzas notan que a la armada o a la fuerza aérea les toma más tiempo arreglar o proveer equipos de apoyo o mejorar instalaciones comparado con la introducción de nuevos SdAs.

Para las fuerzas que operan ICMBs, los mismos al no ser abordados como un sistema de armas lleva a un sostenimiento e inversión ineficientes. También es un problema la presencia de ciertos componentes, los cuales han ido envejeciendo o son escasos debido a que los limitados programas de adquisición.

Otro de los asuntos abordados fue el reemplazo de la flota de B-52, misiles Minuteman III y helicópteros UH-1N, así como proveer a las fuerzas de seguridad dedicadas a proteger el arsenal nuclear del equipamiento adecuado para la misión. Mientras que para la US Navy también se planea una descompresión de la actual flota de submarinos con capacidad nuclear, los cuales se encuentran más ocupados y envejecen más rápido.

Para los próximos años se planea una inversión que conservadoramente rondaría los u$s7.500 millones.

Personal.

En ambos servicios se manifestaron similares problemas con respecto al personal, como por ejemplo dificultades de contabilidad, desarrollo de la carrera y dificultades con promociones, baja moral y reconocimiento profesional.

Se descubrió un notorio envejecimiento en las fuerzas de personal civil que apoyan a la USAF y USN, las cuales además también deben operar equipos y establecimientos inadecuados. Este problema estaría en proceso de ser solucionado con la contratación de cerca de 6.000 civiles y militares por parte de ambas fuerzas para prestar apoyo para el mantenimiento de submarinos, bombarderos y misiles.

También está presente la parte económica, sobre todo en las bases de ICBMs de la USAF, ya que las mismas se encuentran alejadas de grandes centros urbanos. Se busca una incentivación no solo en el personal militar (con una paga extra, además de proporcionarle equipo adecuado –sobre todo para invierno-) sino también que la oferta para personal civil sea más tentadora.

Con respecto a esto último mencionado y como ejemplo, oficiales a cargo del lanzamiento de misiles van a recibir un incentivo monetario como reconocimiento a la importancia de su misión.

Otros de los puntos en los cuales se hizo hincapié fueron en los procesos de entrenamiento, la selección de personal y en las fuerzas de seguridad que custodian el arsenal nuclear.

Con estas nuevas propuestas en carpeta, el Pentágono no solo busca mejorar el estado de sus fuerzas nucleares sino que también tiene en vista engrosar el presupuesto anual asignado a dichas fuerzas, el cual supera los u$s15 mil millones.

Fuentes:

http://www.af.mil/News/ArticleDispl…th-force-improvement-efforts.aspx?source=GovD
http://www.defense.gov/news/newsarticle.aspx?id=123637&source=GovDelivery
http://www.washingtonpost.com/news/checkpoint/wp/2014/11/14/pentagon-wants-at-least-7-5-billion-to-fix-nuclear-weapons-programs/
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