A fines de septiembre de 2014, escuadrones de F-15E Strike Eagle y F-22A Raptor se alistaban para su partida debido al congestionamiento de la plataforma de estacionamiento de una base localizada en el sudoeste de Asia. De hecho, los líderes de Grupo y Ala habían solicitado y recibido permiso una semana anterior para dejar partir a los F-22s a su base en Langley, con el objeto de alivianar el congestionamiento existente en la mencionada base asiática.
Cuando las aeronaves ya se encontraban configuradas para realizar el largo viaje de retorno a casa (dos tanques subalares adicionales), llegaría la orden del CAOC (Combined Air Operations Center) para cancelar el retorno, ya que las aeronaves serían necesarias para el combate.


Luego de recibida la novedad, el personal de mantenimiento se pondría a trabajar inmediatamente en los Raptor, cambiando la configuración en menos de 24 horas, removiendo los tanques suplementarios, equipando y armando a las aeronaves con todo lo necesario para hacer frente a amenazas aire-aire y superficie-aire. (También se los armaría con 2 JDAM de 1000 libras.)


Hasta ese momento nadie esperaba que la unidad de F-22 Raptor realizase su debut de combate contra la organización terrorista ISIS (la misma carece de medios aéreos), ya que su despliegue al Medio Oriente había sido planeado como una disuasión estratégica y a los fines de salvaguardar posibles operaciones de contingencia.
Según palabras de unos de los pilotos involucrados, “fue genial verlos trabajar mientras realizaban la reconfiguración de nuestras aeronaves. Mientras los observábamos, aún no sabíamos si íbamos a ejecutar o no”.
La unidad recibió la noticia unos días después, de que la operación iba a tener lugar en las últimas horas del 22 de septiembre y en la madrugada del 23 (hora local).


Los F-22 formaban parte de la campaña inicial liderada por los Estados Unidos contra la agrupación terrorista ISIS en Siria. Las unidades involucradas en este primer ataque, que estaría compuesto por tres oleadas, aún no sabían cual sería la reacción de las fuerzas armadas de Siria, las cuales no solo contaban con una fuerza aérea sino también con un avanzado sistema integrado de defensas aéreas

Las tripulaciones de la USAF comenzaron a realizar un planeamiento genérico, ubicando en el mapa las bases aéreas y aeródromos más cercanos, y estableciendo un plan básico de reabastecimiento. Sin embargo, el planeamiento principal podría ser llevado a cabo solo 24 horas antes, ya que la lista de objetivos todavía no había sido librada. Cuando arribó, la misma establecía como blanco un centro de comando y control del ISIS localizado a unos 50 millas de Alepo.
Según palabras del Maj. Gen. Jeffrey L. Harrigan, asistente adjunto del Jefe de Estado Mayor de la USAF para operaciones, planes y requerimientos “hay un equipo conjunto que analiza los objetivos y luego decide cuales recursos serán utilizados para destruirlos. El uso de los F-22 Raptor tenía sentido en esas áreas, ya que las mismas estaban altamente defendidas, sobre todo en las primeras noches, ya que aún no conocíamos como iba a operar el sistema integrado de defensa aéreo Sirio y como iban a reaccionar”

Pese a que el F-22 carecía de experiencia en combate, las tripulaciones se habían estado preparando desde el día 1, según comentó uno de los pilotos involucrados, que solicitó no identificarse por razones de seguridad.
En la parte inicial del despliegue, los F-22s se entrenarían junto a lo F-15E Strike Eagles que se encontraban en el área. Dicho entrenamiento cesaría cuando en agosto llegó la orden del presidente Obama que autorizaba el empleo de la fuerza contra el ISIS en Irak.

Entrando en calor.


“Estuvieron ocupados a lo largo de agosto y septiembre (F-15E), por lo que dejamos de realizar actividades conjuntas. Previo a la orden realizábamos mucha actividad en conjunto, pero ahora estábamos por nuestra cuenta, haciendo nuestro propio entrenamiento interno, limitado por el número de aeronaves disponibles” agregaría uno de los pilotos de Raptor.
Las tripulaciones habían pasado seis meses previos a la campaña estudiando los misiles superficie-aire y aeronaves a disposición de las FFAAs Sirias. “Tratábamos de generar todos los escenarios posibles alrededor de esas amenazas. … Gran parte del entrenamiento realizado en el teatro de operaciones estuvo focalizado específicamente en los países que nos interesaban: Irán y Siria”


Cerca de junio o julio, “mientras las cosas comenzaban a calentarse”, los F-22 Raptors pasarían de operaciones diurnas a nocturnas. “Aún no sabíamos que era lo que iba a suceder, por lo que resultó lógico para nosotros que iniciásemos con los preparativos”.


Los F-22s componían una de las tres celdas de ataque que estaban planeadas para las 2100hs (hora este) del 22 de septiembre. El primer grupo de aeronaves, que debía despegar desde una base aérea no revelada, estaba compuesto por F-15Es, el segundo por aeronaves de la coalición y en el tercero estaban incluidos los Raptors. Según comentarios de uno de los pilotos participantes, cada grupo estaba compuesto por 4 cazabombarderos y un reabastecedor.

La expectación era alta en todos las tripulaciones, ya que nadie quería quedar afuera de un evento tan histórico: “Los muchachos encargados del armamento estaban afuera, realmente excitados, ya que no es común que tengan la chance de cargar armamento vivo”. “Disponíamos en total de 4 equipos de armeros, de los cuales al momento de partir, 3 se encontraban preparados en la línea de partida. “Todos ellos querían estar ahí afuera”.

F-22 Raptor perteneciente a la 325th FW es alistado para realizar una misión contra Daesh. Imagen: U.S. Air Force Tech.Sgt. Marie Brown.
F-22 Raptor perteneciente a la 325th FW es alistado para realizar una misión contra Daesh. Imagen: U.S. Air Force Tech.Sgt. Marie Brown.

“El plan inicial establecía una separación de 5 minutos entre cada grupo, pero uno de los Strike Eagle del 1er grupo tuvo una falla en uno de sus motores mientras despegaba, por lo que tuvo que realizar una maniobra de aborto a alta velocidad, lo que terminó con el cierre temporario de la pista por unos 20 minutos.” “Eran 1200 millas a cubrir desde nuestro punto de partida hasta el objetivo. En teoría nos tomaría 2 horas de vuelo directo…hasta el área del blanco, donde teníamos planeado unos 30 minutos adicionales en caso de contingencias o de cualquier otra cosa que se presentase en el momento. Con la demora perdimos casi toda esa flexibilidad en tierra antes de que pudiéramos estar en el aire….Ese sería uno de nuestros desafíos más importantes. Siendo el vagón de cola y que los del frente inicien con problemas no era muy promisorio”
A esa altura, el plan de vuelo se mantenía firme, pero la línea de tiempo se había comprimido bastante más de lo deseado. Todos se vieron obligados a hacer tiempo, lo que causó ciertos problemas con el Controlador de Tráfico Aéreo, el cual estaba tratando de descomprimir la situación, reconectando los grupos de cazabombarderos con sus reabastecedores respectivos.

A los F-22s los destinaron a volar bajo y lento, demorando la misión otros 4-6 minutos. Una vez que ascendieron a la altura de crucero de 28.000 pies, las aeronaves se encontrarían con otro desafío: Los vientos eran “significativamente más fuertes” que lo esperado.


“Habíamos estado volando en la región por cerca de 6 meses y prácticamente no habíamos tenido vientos en altitud. Sin embargo, ese día, cuando llegamos a la altitud prevista, los vientos eran de entre 60 y 80 nudos, lo que no es un gran problema para corta distancia, pero cuando estás volando 1200 millas y tienen un viaje de 2 horas, eso (los vientos) crean una diferencia importante en la ruta de tu plan de vuelo.” Los inoportunos vientos agregarían otros 10 minutos a la misión, lo que generaría más complicaciones para cumplir el tiempo sobre el objetivo.

Evitando un incidente.


“Para complicar aún mas las cosas, los controladores de tráfico aéreo iraquíes nos comenzaron a vectorear hacia Irán en vez de Siria”. Los iraquíes no se encontraban organizados para manejar esa cantidad de aeronaves que simultáneamente operaban en su espacio aéreo.
Los pilotos de la USAF deberían ingeniárselas para cumplir con los objetivos de la misión sin causar ningún tipo de incidente internacional al ignorar descaradamente las directivas de la nación anfitriona.
“Afortunadamente nos arreglamos para continuar en la dirección a la que debíamos ir sin tener que ignorar sus indicaciones. Todos estos pequeños problemas fueron adicionando minuto tras minuto, los cual nos terminaba demorando aún más, lujo del cual no podíamos darnos”.


El plan original para los F-22s era volar hacia el norte, hasta alcanzar los dos tercios de Irak. Allí, llegarían a un circuito de reabastecieminto para luego enfilar hacia el este y aguardar próximos a la frontera Siria. Sin embargo, una vez que sobrevolaron Bagdad, se dieron cuenta que el plan de vuelo no funcionaría.
“Incluso si comenzábamos a volar directo hacia el objetivo no lo íbamos a poder realizar, salvo que comenzásemos a volar mucho más rápido”.


La formación de 4 F-22 Raptor recibió la mayor cantidad posible de combustible del KC-10 Extender para luego iniciar su ascenso hasta el área del objetivo. A 200 millas de la frontera siria, los F-22 aplicaron los postquemadores, acelerando a Mach 1.5 y ascendiendo hasta los 40000 pies –la altitud de crucero prevista para los 15 minutos de vuelo sobre Siria.
“Tuvimos que estar atentos de no pasarnos de Mach 1.5, ya que ese era nuestro punto dulce para alcanzar el área del objetivo en el momento justo”


El CAOC no quería que los F-22s llegasen temprano. Pese a no ser algo “excesivamente crucial” que los tres grupos atacasen sus blancos simultáneamente, ese era el “impacto deseado”.
Pese a todas las demoras previas, las cosas comenzaron a ordenarse y a marchar según lo planeado. El timing estaba correcto y los F-22s disponían de suficiente combustible para atacar el blanco y salir de Siria antes de que necesitasen de los reabastecedores.


De acuerdo al plan, dos de los Raptor irían contra el centro de comando y control, mientras que la otra pareja les proporcionaría cobertura aérea. Al estar configurados de la misma manera, los Raptor podrían cambiar roles en caso de ser necesario.

“Mi formación fue la primera en llegar al país (Siria) y , en ese punto, la que más había penetrado su territorio. Éramos la vanguardia, asegurándonos de que no existiera una amenaza aérea que pusiese en riesgo a las otras formaciones… Luego, mi 3 y 4 nos seguirían, permaneciendo el mayor tiempo posible a los fines de asegurarnos la presencia de medios propios en caso de que Siria intentara interceptarnos con sus aviones.”


Con la moderna aviónica integrada del F-22, los pilotos disponían una inmejorable conciencia situacional los que le permitió tener la tranquilidad de que no serían atacados en ningún momento por fuerzas sirias. “Era claro que una vez que llegamos al centro de Siria, su fuerza aérea no iba a responder…sin embargo no estaba convencido de que su defensa aérea se mantendría en “oscuro”, por lo menos hasta que llegamos al área del objetivo y no pudimos apreciar ningún tipo de respuesta.”

Pese a las defensas pasivas de Siria, las tripulaciones de F-22 mantuvieron la guardia alta a lo largo de toda la operación, manteniéndose alertas ante cualquier amenaza que pudiera estar dirigida contra ellos o contra los F-15Es, F-16s y B-1s que se encontraban operando en la inmediaciones.
Cerca de las 0400 (hora local), las JDAM lanzadas por los F-22 Raptor impactaban sus respectivos blancos con 5 segundos de antelación según lo planificados, un logro destacable considerando las repetidas demoras a la que tuvieron que hacer frente.

El 23 de septiembre el US Army Lt. Gen. William C. Mayville J, Director de operaciones del Mando Conjunto, realizaría un briefing en el Pentágono donde mostraría un imágenes del antes y después de los objetivos atacados, destacando que las bombas guiadas por GPS habían impactado únicamente en el sector derecho del edificio que oficiaba como centro de comando.
El 25 de septiembre, en una conferencia de prensa llevada a cabo en el Pentágono, el portavoz oficial, Rear Adm. John Kirby, mencionó que el F-22 había actuado “muy, muy bien la noche anterior. Muy bien”.

La presencia del Raptor.


La adrenalina aún continuaba alta mientras el primer par de F-22s dejaba rápidamente Siria y enfilaban hacia su reabastecedor. La otra pareja se quedó en estación por otros 60 minutos, proveyendo de cobertura aérea a los demás elementos de ataque.
“El plan era que, debido a la larga distancia hasta los reabastecedores, la primera pareja de Raptors habría llenado el tanque mientras que la pareja que permanecía sobre Siria comenzaría su retorno para reabastecerse. De esta manera nos asegurábamos contar con una cobertura constante.”


“Fue una noche tranquila. Vimos muchos flashes de explosiones con nuestros visores nocturnos a medida que las bombas impactaban en diversos blancos. No pudimos mucha apreciar mucha acción por parte de los sirios, ni siquiera de sus fuerzas terrestres. Parecía que toda la actividad se debía a las bombas de la coalición”.
Cuando el sol comenzó a asomarse por el este, los Raptor ya habían dejado atrás Siria e Iraq, y se encontraban sobre el golfo Pérsico cuando un llamado del AWAC solicitó que retornasen por pedido del CAOC.
Pese a que en ese momento desconocían las razones de la órden, la misma se debió a que un B-1 necesitaba escolta porque debería realizar un reempleo. En ese momento, los Raptors solo disponían de combustible suficiente como para llegar a casa ya que los reabastecedores también estaban retornando a su base.

“El combustible siempre es una de las principales preocupaciones. Temprano, habíamos revisado el plan y sabíamos que íbamos a disponer de combustible extra para cualquier contingencia que se presentase…pero la última orden nos había dejado sin libreto…por lo que en ese momento desconocía donde se encontraban los reabastecedores.”
Pronto se determinó que solo haría falta una pareja de Raptors para la misión de escolta del B-1, por lo que el 3er y 4to (F-22) continuaron con su retorno.
Los pilotos que debían realizar la escolta del bombardero pronto comenzaron a analizar una lista con los aeropuertos de la zona, en caso que tuvieran que desviarse. Pese a que había muchas opciones disponibles, muy pocas eran las que daban completa seguridad con respecto a la seguridad de los modernos cazabombrderos.

“Muchas cosas se me pasaban por la cabeza a medida que enfilábamos nuevamente hacia el norte, sin saber a donde estábamos yendo y con una misión de apoyo por cumplir…con la posibilidad de tener que desviarnos y aterrizar en un destino en al cual no tenía ganas de ir”
Luego de volar hacia el norte por 10 minutos, el controlador del AWAC informó a los pilotos que un KC-135 se encontraba disponible “sobre la frontera con Irán”, con combustible suficiente para llenar el tanque de ambos. Recién cuando alcanzasen al reabastecedor, ambos pilotos se enterarían de los detalles de la nueva misión: Escoltar al Bone hasta la frontera Oeste de Siria para que pudiese realizar atacar nuevamente varios objetivos que habían sido pasados por alto durante los ataques iniciales. El nuevo objetivo representaba para los pilotos el punto más lejano al oeste sobre el que habían volado.

F-22 Raptor de la 325th FW reabastece de un KC-10 Extender sobre Iraq, luego de haber realizado una misión contra fuerzas del estado islámico en Siria. Imagen: USAF: Maj. Jefferosn S. Heiland.
F-22 Raptor de la 325th FW reabastece de un KC-10 Extender sobre Iraq, luego de haber realizado una misión contra fuerzas del estado islámico en Siria. Imagen: USAF: Maj. Jefferosn S. Heiland.

La parte inicial de campaña aérea (que había incluido 3 oleadas) estuvo compuesta por 40 misiles TLAM (Tomahawk Land Attack Missile) que habían sido lanzados en salvas desde los destructores clase Arleigh Burke USS Philippine Sea y USS Arleigh Burke contra objetivos próximos a la ciudad de Aleppo.
Los F-22s participaron de la segunda oleada junto a los F-15E, B-1 y F-16, batiendo centros de comando del ISIS, campos de entrenamiento, barracas y vehículos de combate. Cazabombarderos navales desplegados desde sus portaaviones en el golfo Pérsico junto a F-16 aliados formaron parte de la tercera oleada, la cual se focalizó en objetivos al este de Siria, incluidos campos de entrenamiento y vehículos en el área alrededor de Dayr az-Zawr.

“Cuando ya estábamos por abandonar a nuestro KC-135 próximos a la frontera con Irán, la tercera oleada estaba entrando en acción”
El descongestionamiento no radicaba un problema para los F-22s, ya que se encontraban en modo aire-aire y podían operar a mayores altitudes, pero si para los bombarderos B-1 si resultaría una dificultad.
Los Raptors proveyeron cobertura aérea a los B-1 durante 45 minutos, para finalmente reabastecer otra vez y retornar a casa.
“Muchas cosas ocurrieron a lo largo de esta misión, mucho a lo cual debíamos estar atentos, muchos cambios y contingencias con los cuales no tuve que lidiar previamente en otras misiones de combate, por limitadas que estas hayan sido (había volado en F-15). Así y todo fue una gran experiencia.”

Para el 10 de diciembre de 2014, los F-22 Raptor habían realizado menos de 100 misiones de combate, incluidos una docena de ataques donde fue empleado armamento múltiple.
Pese a que le tomó más de una década al cazabombardero de 5ta generación para realizar su primera misión de combate, para los pilotos esto no significa que la USAF los comenzará a utilizar de manera más libre. El hecho es que los Raptor serán utilizados primariamente para responder a amenazas aire-aire y no contra objetivos de superficie.
“No creo que esto cambie la perspectiva. Cuando exista una amenaza (sea esta en el aire o de superficie) que requiera la presencia del Raptor, ellos (por USAF) lo continuarán empleando. Esa es mi opinión. No creo que estas misiones de contingencia hayan sido la gran cosa, pero eso no significa que a partir de ahora comenzaremos a utilizar al Raptor para cualquier misión. Creo que así se ha mantenido desde que me fui.”

Traducción de artículo publicado en Air Force Magazine – Febrero 2015. Autor: Amy McCullough.

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