Erich Saumeth Cadavid - Fue finalmente en el marco de la Feria Colombiamar, en marzo de 2015, donde la Armada de Colombia (ARC) presento su Proyecto de Plataforma Estratégica de Superficie (PES) de manera oficial y en cabeza de su comandante en jefe, el señor almirante Hernando Wills.
En forma bastante general, el almirante recordó que los planes operacionales de la institución que lidera, en un enfoque EP2C, están orientados al control marítimo y a la defensa de la soberanía nacional, reforzando además, y de manera constante, los medios para la lucha antinarcóticos y respondiendo por la seguridad “costa afuera” (futura exploración marítima), así como por la seguridad marítima y fluvial integral de esta nación.
Recordó también la evolución de las capacidades estratégicas de la Armada, las cuales han venido desarrollándose a través de los planes Orión, Puente y Faro, los dos primeros permitiendo la modernización y luego el sostenimiento de la fuerza hasta el año 2019 aproximadamente con la incorporación reciente de dos OPV-80, tres CPV-46 y dos BDA; y el último, Faro, como proyecto que permitirá renovar las capacidades estratégicas por medio del diseño y construcción de las futuras Plataformas Estratégicas de Superficie (PES), así como la renovación de la flota silente y el fortalecimiento de las capacidades anfibias y de guardacostas.
Según el almirante Wills, el proyecto PES, dentro de procesos tipo OTAN, apunta al desarrollo de una Fragata Multimisión que pueda operar en cualquier parte del mundo, pero particularmente en las costas atlántica y pacifica colombianas, en forma independiente o como parte de una fuerza de tarea nacional o internacional, en tiempo de paz o de guerra y en conflictos de alta intensidad o asimétricos pudiendo por ello enfrentar o afrontar múltiples amenazas.
Buques de entre 3.000 a 5.000 toneladas.
Como características particulares, la PES será una embarcación con desplazamientos entre las 3.000 y las 5.000 toneladas, con sistemas de defensa aérea de punto (VLS preferiblemente con el mayor rango posible); con sistemas de guerra de superficie dotados con misiles con alcances superiores a 180 kilómetros que puedan alcanzar objetivos costeros; con sistemas de guerra antisubmarina (AWS), basados en sonares de casco y de profundidad variable; con alcances de entre las 4000 a 7000 millas náuticas; con una autonomía de 30 días aproximadamente y a velocidades de entre los 27 a 30 nudos.
Entre los planes se pretende, además, que el diseño de la embarcación brinde una muy baja firma de radar infrarroja, acústica y magnética prefiriendo para ello un mástil integrado, así como sistemas ART/UAV, flexibilidades para su configuración y una tripulación reducida.
La Armada definirá entonces para el próximo año 2016 el diseño conceptual y para el 2017 el diseño contractual de la PES, contando para ello con uno o dos aliados estratégicos, uno de ellos para la plataforma y un segundo para la electrónica y sistemas de combate, y, o bien desarrollando un diseño ya existente modificándolo a sus necesidades, o creando uno completamente nuevo dando como resultado una embarcación cuyo primer prototipo debe estar listo para el 2026 y plenamente operativa para el 2027, de un lote inicial de cuatro naves y un segundo de otras cuatro para un total de ocho PES.
Estas intenciones son el resultado del denominado Planeamiento de Fuerza a 2030 (PF2030), que es una hoja de ruta en la que se ha establecido de manera precisa y secuencial los pasos, tiempos y recursos necesarios para materializar las proyecciones de la ARC, que busca poder constituir una efectiva Fuerza Defensiva Oceánica (FDO), pues es evidente que esta institución ha entendido que es imprescindible contar con una fuerza con capacidades mínimas disuasivas, que le permita proyectar un poder de fuego convincente y prevenir con ello posibles, y reales, intereses positivos sobre los territorios marinos e insulares colombianos por parte de otros países, posibilidad aumentada por los últimos y recientes fallos jurídicos transnacionales que han puesto en duda los límites marítimos de Colombia en el Caribe cuestionando, por tanto, la posición geopolítica de esta nación en esa zona.
En este punto es importante resaltar que el PF2030 pretende el desarrollo de una FDO apoyándose para ello en un fuerte componente tecnológico, trabajando activamente en primera instancia con Cotecmar (astillero nacional que viene implementado su Estrategia de la Hoja) y recientemente con empresas aliadas internacionales vitales para el diseño de la PES, pues es la importante transferencia tecnológica aplicada a este proyecto, lo que finalmente busca la ARC y el Ministerio de la Defensa de este país.
Esto último, a nuestro juicio, evidencia la necesidad de construir una embarcación de arquitectura abierta y bien distribuida para lo cual se haría importante contar con la experiencia de astilleros como Navantía, Damen o DCNS, protagonistas recientes en procesos de construcción de diversas embarcaciones militares (fragatas, submarinos, etc), estimándose también la incorporación de sistemas de gestión de combate de última generación como por ejemplo el BAE Systems CMS-1 y el Thales TCMS Tácticos, ambos de mucho interés para la ARC.
Igualmente, nuevos sistemas de artillería considerándose entre ellos modelos como el BAE Systems 127mm. MK-45 o el Oto Melara 127/64 Lightweight y, por supuesto, con sistemas anti-buque, siendo el C-Star (SSM-700K HAE SUNG-I) el más probable, aunque estaría evaluándose también al MBDA MM-40 Exocet Block-3.
Respecto de otros sistemas, estarían considerándose medios de defensa antiaérea de los tipos MBDA Aspide o Raytheon AIM-7 Sea Sparrow, así como el RIM-162 ESSM o los MBDA Mica, MBDA Aster 15 y 30 y los BAE Mk-41, estos últimos desde lanzadores verticales (VLS de 24 celdas), así como el sistema CIWS Thales Goalkeeper, descartándose el Raytheon Phalanx por no estar disponible la venta del mismo a Colombia.
También existe interés por el Módulo de Mástil Integrado Thales IM-400, contando además con sistemas ART/UAV (aeronaves remotamente tripuladas), posiblemente de los tipos AeroVironment RQ-20 PUMA o Boeing Insitu ScanEagle, con una nueva plataforma aeronaval, que desde aquí ya anticipamos que será el helicóptero Sikorsky SH/MH-60 Seahawk (S-70B), y finalmente potenciado probablemente por un sistema de propulsión híbrido de dos motores (Wärtsilä) con velocidades de hasta 30 nudos.
Defensa por mar ¿y aire?
Sin embargo, creemos también que de cara al mantenimiento seguro de los espacios soberanos, particularmente en el mar Caribe, el potenciamiento de las capacidades de la Armada colombiana no puede, ni debe, ser aislado, siendo en este sentido ideal que la ARC junto a la Fuerza Aérea de esta nación (FAC) diseñaran una visión integral de cuáles serían los medios idóneos para una futura respuesta conjunta aeronaval, ausentes en este momento, ante eventuales pretensiones en esta zona.
Y es que, de hecho, esos hipotéticos escenarios ya han comenzado a presentarse en tiempos recientes (Incidente Tupolev, noviembre de 2013) demostrando la imperiosa necesidad de actualizar y modernizar los sistemas de detección e interceptación y revelando además las falencias del sistema de defensa aérea (SISDAN), aún y a pesar de las explicaciones “satisfactorias” que en su momento dio el Ministerio de la Defensa, de las que podemos asegurar que no fueron completas.
Lo anterior refuerza entonces la necesidad de un planeamiento conjunto de las diversas fuerzas, particularmente frente a los sistemas y equipos adecuados para una efectiva defensa aeronaval de los intereses nacionales, tanto en el Caribe occidental como en el resto de las aéreas jurisdiccionales, algunas todavía no definidas por completo.
Igualmente es relevante analizar los posibles contextos geopolíticos a corto y mediano plazo en la región, por que sin duda determinarán e incluso podrían condicionar no la ejecución, pero si la continuidad de planes o proyectos como el de la PES. Y nos referimos a esto porque en la actualidad se ha planteado la necesidad de un número (8) de fragatas para el cumplimiento operacional de las misiones asignadas, así como la posible adquisición de otras dos (de segunda, probablemente del Tipo FFG Clase Bremen alemanas) debido al retiro para el 2024/25 de las actuales FS1500 lo que, de cara a la incorporación de la primera PES en el 2027/2028, hace evidente la necesidad de incorporar un par de medios para suplir temporalmente los requerimientos hasta la entrada en operación de la totalidad de las PES.
Ese esfuerzo fiscal y patrimonial hoy está ampliamente justificado por el panorama geopolítico actual, pero podría mantenerse o cambiar por completo para dentro de siete u ocho años lo que, ante la tradicional falta de coherencia política en materia de adquisiciones para el sector de la defensa (política pública), podría eventualmente condicionar el financiamiento o la construcción de la totalidad de las PES proyectadas.
Por ello, en este sentido y frente a los probables valores en el mercado internacional de plataformas entres las 3.500 a 5.000 toneladas, creemos que es importante la adopción de planes de contingencia que desde ahora anticipen la constitución de una FDO compuesta, ya sea por ocho, seis o incluso cuatro PES de última generación y que puedan oscilar en los rangos ya sea de las 3.000 a 3.500 toneladas, o superiores a las 4000 toneladas.
El desarrollo entonces del proyecto PES creemos que se hará en el marco de acuerdos gobierno a gobierno, en los cuales la ARC buscará ser considera parte socia, siendo el apoyo de países, y de compañías, fundamental para el traspaso de tecnología de última generación y el financiamiento y desarrollo de Offset como parte de la política de compensaciones industriales, de especial cuidado para garantizar la efectiva transferencia real de tecnología que permita el apalancamiento de procesos de desarrollo tecnológico locales.
En este sentido, debe hacerse claridad frente a la diferencia que se deriva de comprar licencias para el impulso de diseños y la cesión o la entrega de conocimiento, a partir de los cuales crear independencia y auto sostenibilidad tecnológica, hoy en desarrollo gracias a los esfuerzos de Cotecmar y del Ministerio de la Defensa.
Colombia acumula amigos nuevos
En esta misma línea, es indispensable además contar con sistemas y equipos probados y garantizados, de acuerdo a estándares OTAN, y evitar el despliegue de aquellos desarrollados recientemente y de cuyo funcionamiento efectivo no se tenga certeza.
Este punto en particular es de vital importancia para el futuro operacional de las PES (e incluso de las OPV) pues se hace necesario el apoyo de compañías con una presencia tradicional en el país, así como también de nuevos oferentes proveniente de países como España Francia, Italia, Países Bajos, Estados Unidos, el Reino Unido y Corea del Sur, entre otros, con un interés real en participar también activamente en estos programas, pero recibiendo de ellos ofertas de sistemas y equipos estrictamente nuevos que justifiquen su carácter de verdaderos aliados de Colombia, pues el apoyo teórico debe traducirse en hechos concretos que no son más que la disposición de venta de tecnología eficaz, pero sobre todo disuasiva, con la que en estos momentos no se cuenta.
De hecho, en este último sentido se ha podido observar el marcado interés que en el PF-2030 tienen naciones y empresas y que se ha traducido en la visita, particularmente en los dos últimos años, de delegaciones, funcionarios, altos mandos, embarcaciones, así como de muestras comerciales provenientes del Reino Unido, Italia, Francia, Países Bajos y Estados Unidos principalmente, que son un claro reflejo del deseo de participar en procesos que, solo en caso de las PES, serán superiores a los dos mil millones de euros (suma especulativa), cifra de por sí más que atractiva en un mercado de la defensa que, como el latinoamericano, no augura fuertes inversiones a corto plazo (salvo en Brasil).
Los planes están pues en desarrollo y las ofertas sobre la mesa faltando únicamente la toma de decisiones basadas estas en un análisis objetivo de cuáles serían las mejoras opciones para la nación (y la ARC), teniendo en cuenta para ellos los antecedentes, y más que las palabras de buena voluntad, los hechos y acciones que en el pasado reciente hayan revelado las intenciones reales de quienes se han presentado como amigos de Colombia, país que en la ejecución de sus futuros planes de modernización podrá conocer y definir con exactitud el concepto de aliado.
*Erich Saumeth Cadavid: Consultor e investigador colombiano en temas y asuntos de Defensa, Seguridad Nacional, Geopolítica y Políticas de Gobierno. Magister en Estudios Políticos con énfasis en Políticas de Defensa y Seguridad, especialista en Estudios Político-Económicos, diplomado en Estudios Geopolíticos, diplomado en Desarrollo Humano y Abogado.