Un análisis de Zona Militar con respecto a los últimos acontecimientos en la Península de Corea.
Reportes indican que Corea del Norte habría creado una unidad para operar los ICBM KN-08.
La agencia de noticias surcoreana Yonhap, citando fuentes dentro del gobierno, publicó el domingo 14 de febrero de 2016 que el Norte estaría alistando una nueva unidad para operar los misiles balísticos intercontinentales KN-08.
Esta nueva formación, denominada “Brigada KN-08” por el misil homónimo, formaría parte de las Tropas de Cohetes Estratégicas, comando responsable de todas las fuerzas de cohetes y misiles tácticos y estratégicos del Ejército Popular de Corea, las Fuerzas Armadas de Corea del Norte. Su comandante, Kim Rak-kyom, fue ascendido a General de cuatro estrellas el año pasado.
Se estima, entre otras cosas, que el Norte posee alrededor de 300 misiles Nodong (derivados del misil balístico táctico soviético Scud, designación OTAN SS-1) con un alcance de 1.200km y unos 30 BM25 Musudan (similar, pero ligeramente más largo, al SLBM R-27 Zyb soviético, designación OTAN SS-N-6) con un alcance estimado de entre 2.500km a 4.000km.
Hasta 2015 no ha habido ninguna indicación de que el sistema de misiles Musudan haya participado en pruebas de lanzamiento, o si se encuentra operacional.
Dado el hermetismo del régimen norcoreano, y sus recurrentes tácticas de desinformación, los datos sobre este sistema de armas son escasos y varían según la fuente.
Al parecer existirían dos versiones del KN-08, llamadas oficialmente Hwasong-13 y Hwasong-14, pero designadas por algunos analistas como Mod-1 y Mod-2 para facilitar su identificación.
Este misil fue presentado por primera vez al público en abril del 2012 durante la parada militar en conmemoración del 100 aniversario del nacimiento de Kim-Ill Sung, fundador de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) y abuelo del actual líder Kim Jong-un.
Los mismos se encontraban montados en seis vehículos pesados de dieciséis ruedas externamente similares a los usados por el ICBM RT-2PM2 “Topol-M” ruso.
De acuerdo con informes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas estos vehículos son camiones de trasporte pesado WS51200, desarrollados de forma independiente por la Novena Academia de la Corporación de Ciencia e Industria Aeroespacial de China y vendidos al gobierno de la RPDC en 2011 configurados para su uso en la industria maderera como transportadores de leña, un uso legítimo para este tipo de maquinaria y que no viola las sanciones vigentes sobre la importación de material para uso militar. El gobierno de la República Popular de China supuso erróneamente que los norcoreanos no podrían modificar localmente los seis ejemplares adquiridos para cumplir funciones como transporte-erector-lanzador (TEL), aunque se supone que al no haber sido diseñados para esa tarea no sobrevivirían el daño causado por el escape de los misiles durante su lanzamiento.
El Mod-2 exhibido durante un desfile militar el pasado octubre de 2015 presenta algunas diferencias notables con respecto al Mod-1.
La evidencia visual sugiere que la versión modificada es ligeramente más corta, tendría dos etapas en lugar de tres y presenta una cabeza de guerra más pequeña y roma, lo que confirmaría las declaraciones por parte de Corea del Norte (y las sospechas de la inteligencia norteamericana) de que el régimen está perfeccionando la tecnología de miniaturización de cabezas nucleares; algo fundamental si se pretende contar con una capacidad nuclear disuasiva (u ofensiva) creíble. Aunque es curioso que en esta ocasión solo se hayan mostrado cuatro vehículos TEL, lo que podría indicar una merma en su disponibilidad operativa.
Un artículo publicado por el sitio “38 North” (administrado por la School of Advanced International Studies (SAIS) del U.S.-Korea Institute, Johns Hopkins University) indica por un lado que ambos modelos utilizan el mismo motor en su primera y segunda etapa, compuestas por varios motores de tipo Scud de baja potencia y motores similares a los usado en los misiles R-27 Zyb en la segunda, aunque los tanques de combustible para ambas etapas han sido alargados considerablemente y que el resultado más notables de las modificaciones visibles en el Mod-2 sería un aumento en la confiabilidad del sistema durante operaciones reales. Se cree que la tasa de éxitos (sin extensos ensayos previos) del Mod-1 se encontraría alrededor del 30 al 40%, mientras que en el Mod-2 esta aumenta a entre un 50 a un 60% a costa de una perdida de precisión y alcance efectivo. Además, a menos que el Norte haya perfeccionado en unos pocos años tecnología que la Unión Soviética y los Estados Unidos (entre otros) desarrollaron durante décadas, la nueva forma de la cabeza de guerra vista en el Mod-2 implicaría una pérdida considerable de velocidad durante la fase de aproximación final, haciéndola vulnerable frente a sistemas de defensa como el Patriot PAC-2/3 o los más modernos sistemas THAAD.
El pasado viernes 12 de febrero un reporte titulado “Avances militares y de seguridad de la República Popular Democrática de Corea” fue presentado al Congreso de los Estados Unidos. En dicho reporte se indica que “si su diseño y desarrollo es exitoso, el KN-08 podría ser capaz de alcanzar gran parte de los Estados Unidos Continentales, asumiendo que los misiles mostrados en público sean una representación general de los misiles que serían desplegados”.
“No obstante, los ICBM son sistemas extremadamente complejos que requieren múltiples ensayos de vuelo para identificar y corregir defectos de diseño o fabricación. Sin estos ensayos, la fiabilidad actual del KN-08 como sistema de armas sería baja”.
El Director de Inteligencia Nacional de los Estados Unidos, James Robert Clapper, declaró la semana pasada ante el Comité de Servicios Armados del Senado que “Corea del Norte está dando los pasos iniciales para desplegar este sistema [KN-08] aunque el mismo no ha sido probado en vuelo”.
El alcance operacional de este sistema podría ser de más de 5.440 kilómetros, lo que le permitiría golpear blancos en Japón, Guam y Alaska, aunque algunas fuentes sitúan su rango máximo en unos 10.000km; además, que el estar montados sobre plataformas móviles los haría más difíciles de rastrear y destruir.
Pero si bien Corea del Norte ha demostrado que puede poner un satélite en órbita con el lanzamiento exitoso del cohete Unha-4 el pasado 7 de febrero, el hecho de que al menos la primera etapa en ambos modelos utilice combustible líquido significa que no pueden ser almacenados “listos para el combate” por prolongados periodos, requiriendo tiempo y preparación para alistaros durante el cual son vulnerables, pero más importante, nunca se ha ensayado un vehículo de reentrada, necesario para que la carga de combate sobreviva la reentrada en la atmosfera y pueda golpear su blanco con éxito.
Es claro que el Norte está invirtiendo tiempo y recursos en el desarrollo de una capacidad nuclear militarmente creíble y con cuatro ensayos nucleares y al menos un ensayo de lanzamiento submarino la tecnología de misiles balísticos es una pieza clave en el plan de Pyongyang para hacerse con un elemento disuasorio (y una posición más firme en la mesa de negociaciones) frente a los Estados Unidos y sus aliados en el Pacífico y en el peor de los casos una capacidad marginal de respuesta.
Las fuerzas armadas de Corea del Norte han sido moldeadas desde el final de la Guerra de Corea en 1953 teniendo en mente el estallido de otra guerra en la península más que una confrontación nuclear con los Estados Unidos.
El Ejército Popular de Corea posee la mayor fuerza de artillería del mundo, compuesta por aproximadamente 10.000 piezas, entre cañones y cohetes, aunque el nivel de alistamiento y el entrenamiento de sus operadores es probablemente pobre, pero es suficiente para causar un daño considerable y generar pánico entre la población civil, especialmente en el área metropolitana de Seúl, blanco principal en cualquier confrontación Norte-Sur.
Los militares del Norte están conscientes de la desventaja tecnológica de sus fuerzas, basadas principalmente en material con décadas de antigüedad importado desde la Unión Soviética y China, o copiado localmente.
Compensar calidad con cantidad puede ser útil para hacer propaganda interna y montar grandiosos desfiles en la capital, pero en caso de guerra, las fuerzas combinadas de Corea del Sur y los Estados Unidos desalojarían al régimen del norte en relativamente poco tiempo. La carta bajo la manga de la dinastía Kim desde el final de la Guerra Fría ha sido la renuencia de China de dejar caer al único estado tapón que la separa directamente de las fuerzas americanas y el inmensurable costo en vidas y en material que conllevaría una acción bélica directa contra Pyongyang.
Teniendo en cuenta el constante ciclo de amenazas y concesiones que constituyen la forma de hacer diplomacia por parte del Norte podemos pensar que la finalidad de los principales programas armamentísticos de la RPDC tienen como objetivo, al menos a corto-mediano plazo, asegurar la supervivencia del gobierno, internacionalmente aislado, y hacerse de un argumento de peso a la hora de negociar con las potencias vecinales y globales más que conseguir una capacidad ofensiva a gran escala.
El KN-08 tiene el potencial de convertirse en un arma militarmente efectiva y es definitivamente un primer paso importante para el futuro desarrollo de una familia de misiles balísticos nucleares capaces de amenazar la cuenca del Pacifico, pero el desarrollo del mismo no habría comenzado mucho antes del año 2013 y las modificaciones presentes en el Mod-2 implican un cambio sustancial en el diseño original a mitad de su desarrollo. Esto ha hecho pensar a algunos analistas que como sistema de armas no podría entrar completamente en operaciones antes del 2020/2022 y aun así seguiría siendo vulnerable frente a las defensas antimisiles, tanto embarcadas como terrestres, existentes en la región, Hawái y la Costa Oeste de los E.E.U.U.
La creación (aun no confirmada fehacientemente, cabe señalar) de una brigada destinada a operar el KN-08 (¿Mod-1?, ¿Mod-2?) tal vez quiera decir que los militares del norte creen que este nuevo misil está lo suficientemente maduro como para iniciar un limitado despliegue operacional. Tal vez sea la puesta en marcha de una unidad que se preparará para operarlos en el futuro, cuando su curva de desarrollo esté completa o quizás, solo quizás, sea una más de las maniobras de desinformación a las que los Kim nos tiene acostumbrados.
En última instancia, hasta que sean ensayados todos los sistemas y subsistemas que comprenden un misil balístico intercontinental funcional queda la incógnita de cuanto de todo esto es una realidad técnica y cuanto es propaganda del régimen alimentada consciente o inconscientemente por funcionarios en Washington y Seúl.
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