El caza Chino de quinta generación J-20 ha sido exhibido en el Airshow China 2016.
Su presentación ha tenido lugar este martes en la inauguración de la Feria de Aviación de Zuhai, al sur de China, donde dos pilotos al mando de este aparato han sobrevolado la zona durante 60 segundos ante la vista de autoridades, empresarios del sector y decenas de espectadores que se habían acercado hasta el lugar de la muestra.
Pekín suele utilizar esta exposición bienal para dar a conocer sus últimos avances
en el sector aeroespacial civil y militar, como cuando en 2014 presentó allí mismo su caza Shenyang J-31.
El avión de combate realizó su primer vuelo de prueba en 2011 y se espera que esté operativo dentro de las Fuerzas Aéreas del Ejército de Liberación Popular entre 2017 y 2019.
El Chengdu J-20 “Mighty Dragon” es un avión de combate referido a la cuarta generación bajo la clasificación de China y de quinta generación bajo el sistema de categorización occidental.
Fuentes de los medios de comunicación han informado que motores rusos AL-31FN están montados en el J-20 que el gobierno chino ha comprado desarmados en gran número.
La mayoría de las características de rendimiento del J-20 se mantienen en secreto. El avión de combate cuenta con un gran número de elementos similares o totalmente copiados del avión de demostración de tecnología Mikoyan MiG 1.44 y los aviones de combate de la quinta generación F-22 y F-35 de los Estados Unidos.
La aeronave tiene una configuración canard: cuenta con un par de aletas ventrales y los motores estrechamente espaciados (similar al MiG 1.44), mientras que el dosel y la nariz son idénticos a los mismos elementos en el avión F-22.
Las entradas de aire están dispuestas de forma similar a las tomas de aire en el plano del F-22. El J-20 tiene un estabilizador vertical móvil y de geometría similar a la aleta del avión de combate F-35.
Junto al J-20, en la exposición inaugurada hoy se exhibirán otros aviones de combate, como el bombardero H-6K, el caza J-10B y el avión de alerta temprana y control KJ-500, además del mayor avión anfibio ahora en producción, el AG600.
Pese a que oficialmente es promovido como una aeronave para la lucha contra incendios o de búsqueda y rescate, también se ha apuntado a que es muy adecuado para el reabastecimiento de puestos militares como los que Pekín mantiene en las disputadas aguas del Mar de la China Meridional.