En un contexto geo-político por demás complejo ( y con recientes polémicas tales como la que generó la charla telefónica que mantuvieron el presidente de Taiwán con el presidente electo Donald Trump o la captura del drone submarino de la US Navy), la Armada del Ejército de Liberación Popular de China se encuentra realizando por primera vez ejercicios aeronavales en el Pacífico Occidental con su único portaaviones junto a su grupo de batalla. El ala embarcada del Liaoning ha mantenido una intensa actividad en las últimas semanas. Las mismas incluyen la primera práctica con armamento de guerra, realizada en la región del mar de Bohai (próxima a la península Coreana), y en esta ocasión, la primera práctica en aguas azules.
El despliegue del grupo aeronaval forma parte de la política territorial que mantiene el gigante asiático con respecto al mar de china septentrional, en muchos casos calificada como agresiva y expansionista por otros países tales como Vietnam, Filipinas, Japón, Malasia y Taiwán, los cuales también mantienen reclamos territoriales. A ello se suma los intereses que conservan otras potencias: India, Estados Unidos e incluso Australia. No resulta extraño que tanto Taiwán como Japón hayan mantenido una constante vigilancia sobre el Liaoning y su escolta de destructores y fragatas, los cuales transitaron por el estrecho de Miyako (Entre Japón y la isla de Okinawa) para luego navegar muy próximo a los límites taiwaneses y filipinos, previo su paso por el canal de Bashi.
Según lo informado por el Ministerio de Defensa japonés, el Liaoning fue divisado por un P-3C Orion de la Fuerza de Auto-defensa Marítima a unos 110 kilómetros de Miyakojima, prefectura de Okinawa. Al portaaviones lo acompañaban tres destructores y dos fragatas. En lo que respecta al grupo aéreo embarcado, el mismo estaría compuesto por una docena de Shenyang J-15 según lo informado por Xu Jing, Comandante del Regimiento de Caza embarcado. Los caza-bombarderos habrían realizado un reabastecimiento en vuelo previo a su apontaje. De acuerdo a lo comentado por el Comandante Jing “Esta es la primera vez que nuestros pilotos realizan apontajes en condiciones de mar tan complicadas. Es desafiante tanto técnica como físicamente. … Previamente realizamos una preparación exhaustiva, tanto con nuestros pilotos como con nuestros oficiales señaleros. …”.
Las actividades del Liaoning son de vital importancia para el futuro de la Armada china, ya que con este buque no solo ganarán experiencia en la compleja actividad de operar un portaaviones y su ala aérea embarcada, sino que formarán doctrina e instruirán a las futuras camadas de pilotos y tripulantes. Cabe recordar que hace poco menos de un año se anunció oficialmente la construcción de un portaaviones en astilleros locales. Según los pocos detalles que se hicieron públicos, el nuevo portaaviones será de similares características al Liaoning, con un desplazamiento que ronde las 50.000 toneladas y con una similar configuración STOBAR. Se espera que el nuevo portaaviones Type 001A tenga mejores performances gracias a la madurez de su tecnología y de sus distintos sistemas asociados. No hay que olvidar que el Liaoning fue botado en 1988 por la Armada Soviética, esperando que se incorporara bajo el nombre de Riga (posteriormente cambiado a Varyag). Habiendo sido construido en astilleros ucranianos bajo dirección del Bureau de diseño Nevskoye. Con la disolución de la Unión Soviética, todos los trabajos se paralizaron, quedando por montarle gran parte de sus sistemas electrónicos. Pese a que en 1998 sería vendido a una empresa china como casino flotante, su destino finalmente sería la Armada del Ejército de Liberación China. En 2005 iniciaron sus trabajos de puesta a punto, los cuales tomaron casi seis años hasta sus primeras pruebas de mar. Comisionado en septiembre de 2012, recién sería declarado apto para el combate en noviembre pasado. Su ala aérea embarcada está compuesta por caza-bombarderos Shenyang J-15, helicópteros ASW/AEW Changhe Z-8 y Harbin Z-9C