China podría estar poniendo a prueba un misil nuevo de largo alcance aire-aire que podría atacar aviones de alerta temprana y aviones de reabastecimiento en vuelo, dijo un diario estatal el jueves, después de las imágenes del nuevo misil aparecido en Internet.
Xi Jinping está supervisando un ambicioso programa de modernización militar que incluye aviones stealth y portaaviones. El país también ha probado misiles anti-satélites.
El diario oficial China Daily dijo que el Ejército Popular de Liberación había publicado recientemente en línea imágenes de un caza J-11B que lleva un misil grande, no identificado durante los ejercicios del año pasado.
El investigador de la fuerza aérea Fu Qianshao dijo al periódico que creía que el misil fue diseñado para atacar objetivos de alto valor distantes, tales como aviones de alerta temprana, normalmente fuera de las zonas de combate reales.
Esto representa una capacidad mejorada con respecto a los misiles chinos existentes, que tienen rangos de menos de 100 km (62 millas).
“La mejor solución a este problema que puedo imaginar es el envío de un avión de combate súper maniobrable con misiles propios de largo alcance para destruir los objetivos de alto valor, que son los “ojos “de aviones enemigos,” dijo Fu.
“Así que el éxito del desarrollo de este potencial nuevo misil sería un gran avance.”
El misil puede incluso tener un alcance efectivo de 400 km (249 millas), superiores a los utilizados por las fuerzas aéreas occidentales, y atacar objetos estratosfericos, añadió.
La fuerza aérea no se ha pronunciado oficialmente sobre el nuevo misil.
Medios chinos informan periódicamente sobre nuevas armas antes de que haya confirmación oficial de su existencia.
La modernización militar se presenta mientras China ha generado nervios alrededor de la región con movimientos cada vez más firmes para reforzar sus reclamos de soberanía en el Mar del Sur de China y Taiwán, que considera una provincia rebelde.
El primer portaaviones de China, el Liaoning, recientemente dio la vuelta a la isla autónoma en lo que China llama un ejercicio de rutina, pero que llevó a Taiwán a activar aviones de combate y buques de la Armada.
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