Traducido y adaptado por Negro2000
En un desafío implícito al presidente Donald Trump, Corea del Norte disparo un misil balístico el domingo por la mañana en lo que sería su primera prueba del año.
Tras recibir la noticia del lanzamiento, Trump que estaba en su propiedad en el sur de Florida con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, quien calificó la medida de “intolerable”.
No hubo confirmación inmediata sobre el lanzamiento desde el Norte, que había advertido recientemente que estaba listo para probar su primer misil balístico intercontinental. Sin embargo, el Comando Estratégico de EE.UU. dijo que detectó y rastreó lo que consideró un misil de alcance medio o intermedio.
Los medios de comunicación norcoreanos suelen tardar en anunciar tales lanzamientos, si los anuncian absolutamente. A partir del domingo por la noche, no había habido un anuncio oficial y la mayoría de los norcoreanos pasaron su día sin sospechar que el lanzamiento fue una gran noticia internacional.
Los informes del lanzamiento se produjeron cuando Trump recibió a Abe y pocos días antes de que el Norte conmemorara el cumpleaños del difunto padre de Kim Jong Un, Kim Jong II.
Apareciendo con Trump en la conferencia de prensa en la finca de Trump, Abe condenó el lanzamiento de misiles como “absolutamente intolerable”.
Abe leyó una breve declaración en la que pidió al Norte que cumpliera plenamente con las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Dijo que Trump le había asegurado el apoyo de Estados Unidos y que la presencia de Trump mostró la determinación y el compromiso del presidente.
Trump siguió a Abe con aún menos palabras, diciendo en parte: “Sólo quiero que todo el mundo entienda y sepa plenamente que los Estados Unidos de América están detrás de Japón, su gran aliado, al 100 por ciento”.
