Traducido y adaptado por Negro2000
Washington – Hay evidencia creciente de que tropas terrestres chinas están operando dentro de Afganistán, realizando patrullas conjuntas contra el terroristas con fuerzas afganas a lo largo de un tramo de 50 millas de su frontera compartida, y alimentando especulaciones de que Pekín se está preparando para desempeñar un papel significativamente mayor en la seguridad del país una vez que Estados Unidos y la OTAN se vayan.
El alcance total de la participación de China sigue siendo poco claro, y el Pentágono no está dispuesto a discutirlo. “Sabemos que están allí, que están presentes”, dijo un portavoz del Pentágono. Sin embargo, más allá de un sutil reconocimiento, los oficiales militares estadounidenses en Washington y en Kabul no responderían a varias preguntas detalladas presentadas por Military Times.
Esta dinámica contrasta fuertemente con la retórica de las dos partes sobre su disputa en el Mar de China Meridional y con la condena de Washington de la actividad rusa e iraní en Afganistán. Una explicación puede ser que este arreglo silencioso es mutuamente beneficioso.
Tanto el gobierno chino como el afgano han cuestionado los informes de patrullas conjuntas dentro de Afganistán. Las primeras surgieron a finales del año pasado cuando el India’s Wion News publico fotos mostrando vehículos militares chinos en una región llamada Little Pamir, una meseta estéril cerca de la frontera.
Reuters, una agencia de noticias internacional, también documentó recientemente el avance.
Los vehículos fueron identificados como un Dongfeng EQ 2050, que es el equivalente chino de un Humvee de EE. UU., y un Norinco VP 11a, que son como los MRAP resistentes a las minas, desarrollados por los militares estadounidenses en la última década. China sostiene que si bien sus fuerzas policiales realizan operaciones conjuntas contra el terrorismo a lo largo de la frontera, son basadas en los acuerdos bilaterales existentes entre ambas naciones, el Ejército de Liberación Popular no lo hace.
Pero luego hay esta peculiaridad: en enero, los medios chinos distribuyeron un informe sobre las tropas chinas que supuestamente rescataron a un equipo de fuerzas especiales estadounidenses que había sido atacado en Afganistán. La historia es probablemente propaganda falsa, y los funcionarios estadounidenses en Afganistán afirman que ningún personal estadounidense ha participado en ninguna operación que involucre a las fuerzas chinas, pero parece subrayar el interés compartido de ambos países en combatir el terrorismo allí.
Pero, ¿por qué China está interesada en Afganistán? Hay dos motivadores: la seguridad y el comercio.
La primera, dice Franz-Stefan Gady, miembro del Instituto East-West, se centra en el deseo de China de erradicar al grupo militante Uyghur conocido como Movimiento Islámico del Turquestán Oriental, que ha estado activo en toda la región durante muchos años. Su feudo con el gobierno chino data de 1949. El Departamento de Estado de los Estados Unidos lo designó como una organización terrorista en 2002. Más recientemente, los Uygures que luchan con el Estado islámico en Irak han prometido hacer estragos en China.
El ejército estadounidense no está dirigido específicamente contra el adversario de China, aunque su presencia continua en Afganistán contribuye al objetivo de China al ayudar a asegurar el país y negar el santuario a los grupos terroristas ilegales.
Hoy en día, hay alrededor de 15.000 soldados estadounidenses y de la OTAN en Afganistán, frente a casi 130.000 durante el pico de la guerra. Están repartidos por un puñado de bases, centradas en enseñar a los afganos cómo luchar contra sus enemigos de forma independiente. Una misión independiente contra el terrorismo dirigida por Estados Unidos está enfocada en eliminar a líderes de alto perfil dentro de al-Qaida y sus aliados.
Pero a medida que las fuerzas de la coalición se han retirado, la seguridad se ha erosionado, dejando condiciones maduras para que los militantes -ya sea Talibán, Al-Qaida u Uyghurs- se trasladen.