Traducido y adaptado por Negro2000
Moscu – Este jueves, el Kremlin rechazó las denuncias estadounidenses por violaciones de Rusia a un tratado histórico de armas nucleares, diciendo que ha respetado el pacto y continuará haciéndolo.
La controversia sobre el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio de 1987 agrega otra espina en el lado del objetivo declarado del presidente estadounidense, Donald Trump, de mejorar los lazos con Moscú, en un momento en que su administración se enfrenta a preguntas sobre presuntos contactos con Rusia durante la campaña electoral estadounidense
El general Paul Selva, vicepresidente del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, acusó hoy a Rusia de desplegar un misil de crucero terrestre en violación al “espíritu e intención” del Tratado de 1987 sobre las Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio.
Dijo que la intención de Moscú es amenazar las instalaciones de Estados Unidos en Europa y la alianza de la OTAN.
El portavoz del presidente ruso Vladimir Putin, Dmitry Peskov, respondió que “no estamos de acuerdo y rechazamos tales acusaciones”.
“Rusia se ha adherido y se adherirá a todas sus obligaciones internacionales, incluidas las del Tratado INF“, dijo en una conferencia telefónica con periodistas.
El Tratado INF prohíbe toda una clase de armas – todos los misiles de crucero terrestres con un rango entre 500 y 5.500 kilómetros (310 y 3.410 millas).
El gobierno de Obama acusó a Moscú de violar el Tratado INF, pero la declaración de Selva marcó la primera confirmación pública de noticias recientes de que los rusos han desplegado el misil de crucero con capacidad nuclear.
Durante las disputas anteriores sobre el Tratado INF, Rusia ha tratado de dar vuelta a los EE.UU. con las reclamaciones de violaciones percibidas por EE.UU.
Trump ha dicho poco sobre el Tratado INF, pero ha criticado otro pacto de armas, el nuevo tratado START de reducción de armas nucleares de 2010 que limitó los arsenales nucleares de EEUU y Rusia a no más de 1.550 ojivas desplegadas para cada país. Diciendo que ofrece a Rusia una ventaja.
Las disputas sobre el tratado se producen en un momento en que los lazos Rusia-Estados Unidos han caído a su punto más bajo desde la Guerra Fría por la crisis ucraniana, la guerra en Siria y otras disputas. Los aliados estadounidenses en Europa han expresado su preocupación por lo que ellos percibían como intenciones agresivas rusas y su acumulación militar.
Moscú ha respondido con sus propias quejas, diciendo que la defensa antimisiles liderada por Estados Unidos y el despliegue de las fuerzas de la OTAN cerca de las fronteras rusas amenazan la seguridad de Rusia.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, dijo después de las conversaciones en Moscú con su homólogo alemán, Sigmar Gabriel, que Rusia sólo está respondiendo a “estar rodeado de las armas de la OTAN y las unidades de la OTAN”.
Gabriel pidió diálogo para aliviar las tensiones.
