Por Bradley Perrett y Tony Osborne | Aviation Week & Space Technology
Tokio y Londres exploran la construcción conjunta de una aeronave de combate.
Gran Bretaña y Japón buscarán desarrollar conjuntamente un caza furtivo, el cual sería de sexta generación y probablemente entraría en servicio en la década de 2030. El sorprendente movimiento es lo último en acercar a los dos países en tecnología de defensa.
Aun cuando al final no surja un caza anglo-japonés, es probable que BAE Systems esté interesada en ayudar a Mitsubishi Heavy Industries (MHI) en un programa de una aeronave de combate autóctona. Pero en la búsqueda de cooperación, Tokio probablemente espera el Reino Unido sea un socio internacional para compartir costos mas que un mero un asesor técnico de peso.
Esto puede ser un problema para Francia, probablemente la nación más inclinada a trabajar con el Reino Unido en un nuevo caza. Los dos países ya han acordado trabajar juntos en la adquisición de tecnología.
Tokio y Londres comenzarán intercambiando información sobre las ambiciones de sus actuales proyectos preliminares: el Futuro Caza Japonés y el Futuro Sistema de Combate Aéreo (FCAS: Future Combat Air System ) Británico. Al evaluar la viabilidad de un programa conjunto, también se asesorarán mutuamente sobre sus capacidades, dice el Ministerio de Defensa japonés, lo que presumiblemente significa que pondrán sobre las mesas sus “cartas tecnológicas” .
Londres no es el único socio potencial de Tokio. Japón continuará discutiendo la posibilidad de desarrollo conjunto con otros países, incluyendo los EE.UU., informo el ministerio al anunciar el acuerdo del 16 de marzo. En junio pasado se emitió una solicitud internacional de manifestaciones corporativas de interés.
Los dos países acordaron en 2012 fortalecer la cooperación bilateral, incluso antes de que Tokio declarara formalmente en 2014, después de años de discusión, que permitiría la exportación de armas en circunstancias limitadas. La decisión de exportación hizo posible el desarrollo conjunto y la fabricación, porque las empresas japonesas podían ahora fabricar piezas para un socio.
En 2016, los dos gobiernos dijeron que buscarían integrar en el misil aire-aire MBDA Meteor un radar buscador avanzado de origen japonés, cuyo desarrollo ha sido liderado por el Reino Unido.
El Ministerio de Defensa de Tokio no da ningún marco temporal para la entrada en servicio del contemplado caza conjunto , pero los calendarios nacionales no parecen demasiado fuera del trayecto. Japón necesita que el futuro caza esté listo en los años 2030 como reemplazo del MHI F-2. El Eurofighter Typhoon debe abandonar el servicio de la Royal Air Force (RAF) antes de 2040; Un reemplazo tendrá que estar listo unos años antes de eso.
Después de que Japón y Gran Bretaña comprendan los requisitos y las tecnologías de los cazas de uno y otro, decidirán a finales de este año si proceden con un estudio conjunto para un caza, dice el periódico The Nikkei.
Una diferencia crucial entre las dos partes podría ser si su próximo avión de combate necesita un piloto. En todos estos años de estudios del Futuro Fighter, el más reciente de los cuales es un diseño de concepto llamado 26DMU, siempre se ha previsto un avión tripulado, porque los tecnólogos de defensa japoneses piensan que el combate aire-aire es demasiado complejo para un programa de computadora. Pero el trabajo del FCAS se ha centrado en un avión no tripulado.
Subrayando este punto, Japón está volando un demostrador a subescala de un caza tripulado, el MHI X-2, mientras que Gran Bretaña ha estado evaluando sus tecnologías con el BAE Taranis, no tripulado. Además, el Reino Unido y Francia han acordado construir dos demostradores de tecnología a gran escala para un avión de combate no tripulado para el 2025.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa británico ha dicho que sus esfuerzo en el FCAS podría resultar en un avión tripulado.
Los tecnólogos de combate de Japón quieren un avión grande. Sus diseños hacen hincapié en el alcance, la autonomía y el volumen de la bodega de armamento por sobre la maniobrabilidad, confiando en una gran carga de grandes misiles de altas prestaciones para el combate a largo alcance. El concepto es algo similar al del Tornado F3, ahora retirado de la RAF.
El futuro caza, que se llamará el F-3 cuando entre en servicio, sería construido por MHI, el especialista nacional de cazas. Japón quiere decidir en su año fiscal que termina en marzo de 2019 si va a seguir adelante con un proyecto autóctono. No está en absoluto claro que el Reino Unido desearía comprometerse para entonces en el diseño de un nuevo caza, incluso si el desarrollo a gran escala no necesitaba comenzar hasta unos años más tarde para su entrada en servicio a mediados de la década de 2030.
El foco del estudio Anglo-Japonés estar centrado en la tecnología furtiva, dice Nippon News Network television. La adquisición de conocimientos técnicos en ese aspecto del diseño del caza es probable que sea alta entre las varias prioridades para los ingenieros a cargo del caza japones, que han estado trabajando en el fundamento tecnológico del Future Fighter pero que hasta ahora solo han desarrollado un caza, el F-2, con considerable ayuda de Lockheed Martin.
Alguna tecnología furtiva británica se ha desarrollado en cooperación con los Estados Unidos y no se puede compartir con otros países. Pero el resto se ha adquirido independientemente y se puede suministrar a Japón, en la medida en que Londres está dispuesta a compartirla. De hecho, Tokio puede encontrar que Londres es un poco más generoso en esta área que Washington.
IHI Corp. está construyendo un demostrador para un motor avanzado de 33,000 lb de empuje para el Future Fighter. El Reino Unido, hogar de Rolls-Royce, el gigante mundial de la propulsión , no utilizaría un motor japonés, por lo que se necesitaría un grupo motopropulsor desarrollado conjuntamente. Sin embargo, puede que no sea demasiado difícil para los japoneses alejarse de su diseño. Podrían ofrecer su tecnología recientemente desarrollada para un motor común. Además, la fuerza aérea japonesa, probablemente preguntándose si IHI tiene suficiente experiencia para el proyecto, podría estar más que satisfecha con la idea de la participación de Rolls-Royce.
Desde el punto de vista británico, las discusiones exploratorias pueden abrir un camino a BAE Systems para sostener y extender sus habilidades en la ingeniería de aviones de combate -incluso si no se llega a un caza conjuntos- actuando como un socio tecnológico. Ese es el tipo de trabajo que la compañía ha estado buscando, porque no tiene un programa inmediato del Reino Unido para un caza más allá del Typhoon.
BAE sigue construyendo Typhoon en cooperación con Airbus y Leonardo y, tras los trabajos de desarrollo, paso a desempeñar un papel importante en gran parte de la fabricación en el programa Lockheed Martin F-35. Después de haber construido y probado el Taranis, sus ingenieros tienen trabajo con el proyecto del demostrador tecnologíco anglo-francés , sin garantía de que se convierta en un programa de desarrollo y producción completa.
Bajo un acuerdo de 123 millones de libras (150 millones de dólares) firmado entre los gobiernos turco y británico en enero, BAE ayudará a Turquía a desarrollar el caza autóctono de quinta generación TF-X. Esa nación utilizará la experiencia y las instalaciones de BAE, incluyendo las de simulación y pruebas de la sección transversal radar, mientras incidentalmente ayuda a mantener a BAE en el juego.
La cooperación con los japoneses podría convertirse en algo similar y probablemente correría unos cuantos años por detrás del programa de Turquía, distribuyendo convenientemente la carga de los ingenieros clave de BAE. El Reino Unido tendría la opción de unirse eventualmente a los programas turco o japonés como socio de desarrollo y producción.
Pero Japón también podría querer el dinero de Gran Bretaña. Esos dos países y Francia tienen presupuestos de defensa de tamaño similar. Japón debería necesitar un socio tanto como los otros dos, para desarrollar un caza de primera línea. De hecho, las conversaciones exploratorias de nuevas tecnologías para el futuro caza, amenazan con derrocar a Francia como el posible socio del Reino Unido.
En otro signo de que Londres y Tokio se acercaban en los asuntos militares, el Ministerio de Defensa británico dijo el 15 de marzo que él y su contraparte japonesa habían acordado suministrarse material y servicios al desplegar sus fuerzas.
Los Typhoon de la RAF visitaron Japón en noviembre, dando a la fuerza aérea japonesa su primera oportunidad de ejercitarse en el país con un país que no sean los EE.UU.. Fue el primer despliegue operativo de un caza británico a Japón en décadas.