El pasado domingo 14 de mayo, Corea del Norte realizó un nuevo lanzamiento de un misil balístico de alcance intermedio (IRBM). Según lo informado por la agencia estatal de noticias, Korean Central News Agency, “el misil es un nuevo cohete balístico estratégico superficie-superficie de mediano alcance”. El lanzamiento, realizado desde un establecimiento próximo a la ciudad de de Kusong, tuvo como objeto la prueba de distintos sistemas, tales como guía , estabilización, presurización, búsqueda de objetivo  así como la corroboración de distintos procesos previos y post lanzamiento.

 Las repercusiones a nivel político no se hicieron esperar, siendo condenada la reciente prueba por el presidente surcoreano Moon Jae-in, por el primer ministro japonés Shinzo Abe y por el presidente de los EEUU, Donald J Trump. Se espera que en las próximas horas, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reúna una vez más a los fines de establecer un nuevo curso de acción de frente a las posibilidad de extender las sanciones contra Corea del Norte.

Vehículos lanzadores (TEL) del futuro ICBM norcoreano fueron presentados durante el desfile realizado Pyongyang en el mes de abril.

 El misil en cuestión, que sería una nueva versión basado en el KN-08, se presentó con el nombre de Hwasong-12. Por lo que se pudo apreciar, el IRBM sería de una sola etapa contaría con una propulsión provista por un motor de alto empuje, alimentado por propelente líquido. Durante las pruebas, y siempre según fuentes norcoreanas, el IRBM alcanzó una altitud de 2111 kilómetros. Un vez que inicio el giro hacia la tierra, el vehículo de reentrada aceleró a muy alta velocidad para luego impactar en el mar de Japón, a unos 780 kilómetros del sitio de lanzamiento. Según cálculos estimativos realizados por especialistas en base a su alcance y apogeo, el Hwasong-12 sería capaz de alcanzar la base aérea Andersen de la USAF, localizada en la isla de Guam. Cabe mencionar que Andersen es un enclave estratégico de EEUU en el Mar de Filipinas, desde donde el Air Force Global Strike Command despliega sus bombarderos B-52H Stratofortress, B-1B Lancer y B-2A Spirit, entre otros medios aéreos. Esta nueva capacidad viene a llenar un importante rol en las fuerzas nucleares norcoreanas, las cuales claramente apuntan a seguir avanzando hasta conseguir un ICBM de propulsión líquida.

 La polémica con este reciente lanzamiento envuelve una vez más a EEUU y Rusia. Según fuentes norteamericanas, el misil habría impactado a tan solo 60 kilómetros de la costa rusa. El presidente Trump, con su acostumbrada verborragia, declararía “no imagino que Rusia esté contenta”. Sin embargo, el Ministerio de Defensa ruso desmentiría la información norteamericana, afirmando que el misil impactó a 500 kilómetros de su costa. Sea cierto o no, la situación se torna más compleja si tenemos en cuenta que el comando de la Flota del Pacífico se encuentra en Vladivostok.

Con el exitoso lanzamiento del Hwasong-12, queda en evidencia la perseverancia norcoreana, la cual pese a las restricciones técnicas y económicas, va consiguiendo sus objetivos luego de un arduo camino recorrido basado en la prueba y error.

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