Corea del Norte dice que está lista para desplegar y comenzar a producir en masa el nuevo misil de alcance medio capaz de llegar a Japón y a las principales bases militares estadounidenses después de un lanzamiento de prueba que afirman haber realizado, y como respuesta a las políticas de Donald Trump.
El misil Pukguksong-2 de combustible sólido voló unos 500 kilómetros (310 millas) y alcanzó una altura de 560 kilómetros (350 millas) el domingo antes de sumergirse en el Océano Pacífico. Los medios de comunicación de Corea del Norte dijeron que se lanzarán más misiles en el futuro. Kim dijo que el lanzamiento fue un éxito, “aprobó el despliegue de este sistema de armas para la acción” y dijo que debería “ser rápidamente producido en masa”.
Corea del Norte ha acelerado significativamente sus pruebas de misiles durante el último año y parece estar haciendo progresos tangibles hacia el desarrollo de un arsenal que representa una amenaza no sólo para Corea del Sur y Japón – que en conjunto acogen a cerca de 80.000 soldados estadounidenses- pero sino también, por la posibilidad de que un Misil balístico intercontinental alcance los Estados Unidos.
Corea del Norte estaría avanzando también en su programa de armas nucleares. El año pasado se llevaron dos pruebas nucleares. Fuentes afirman que una bomba era de hidrógeno y el otro dispositivo creó una explosión aún más poderosa que cualquier otra que Corea del Norte haya probado previamente. Las imágenes satelitales sugieren que podría estar listo para realizar su próxima prueba – que sería su sexta – en prácticamente cualquier momento.
La meta, según declara Pyongyang, es perfeccionar una ojiva nuclear que sea capaz de colocar un misil capaz de golpear Washington u otras ciudades de los EEUU. Según los medios de comunicación de Corea del Norte, su política de misiles se ha intensifica por causa de la hostilidad del presidente Donald Trump.
Corea del Sur celebró una reunión con el Consejo de Seguridad Nacional después del lanzamiento, y su Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que el lanzamiento “arroja agua fría” sobre los esfuerzos para aliviar las tensiones en la península.
A petición de diplomáticos de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, se realizará el martes, una reunión en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la prueba de misiles.