Los diplomáticos franceses están haciendo sonar la alarma en las Naciones Unidas sobre las capacidades de Corea del Norte, en materia de misiles balísticos, pidiendo a la organización internacional que ejecute una nueva ronda de sanciones contra Pyongyang.
La prueba del domingo del Pukguksong-2, el último misil balístico intermedio de Corea del Norte, fue “otra provocación inaceptable” del dictador norcoreano Kin Jong-un; dijo este lunes el embajador francés ante la ONU, Francois Delattre, Alegando también el aumento en las tensiones en Occidente y en el Pacifico.
La prueba de misiles, que según se informa, viajó más de 300 millas hacia la costa japonesa y alcanzó una altitud de casi 350 millas antes de estrellarse contra el Mar de Japón, requirió “una reacción rápida y firme” de la ONU y la comunidad internacional, dijo Delattre a The Associated Press.
Francia, que es miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, está trabajando con sus aliados en el panel para redactar nuevas sanciones contra el régimen norcoreano, informó Delattre. El esfuerzo, liderado por Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, también buscará impartir una aplicación más estricta de las sanciones existentes contra Pyongyang.
La prueba del domingo del misil con capacidad nuclear de submarino viajó más alto y más lejos que cualquier prueba anterior de misiles balísticos similares probados por Corea del Norte, argumentó el viernes el secretario de Defensa James Mattis. Durante una conferencia de prensa sobre la campaña dirigida por Estados Unidos para derrotar al Estado Islámico, Mattis se refirió a la prueba de misiles diciendo que Washington seguirá presionando a Corea del Norte para frenar sus ambiciones nucleares.