El líder norcoreano Kim Jong Un supervisó la prueba de un nuevo misil balístico controlado por un sistema de guía de precisión y ordenó el desarrollo de armas estratégicas más potentes, informó el martes la agencia de noticias oficial KCNA del norte.
El misil lanzado el lunes estaba equipado con una avanzada secuencia de pre-lanzamiento automatizada en comparación con las versiones anteriores de los cohetes “Hwasong”, el nombre de Corea del Norte para sus misiles Scud, dijo KCNA. Eso indicaba que el Norte había lanzado un misil modificado de la clase Scud, como ha dicho el ejército surcoreano.
El lanzamiento de prueba de un misil balístico de corto alcance aterrizó en el mar frente a su costa este y fue el último de una serie acelerada de pruebas de misiles que desafían la presión internacional y amenazas de más sanciones.
Kim dijo que el Estado reclusivo desarrollaría armas más poderosas en múltiples fases de acuerdo con su calendario para defender a Corea del Norte contra Estados Unidos.
“Él expresó la convicción sobre realizar un salto más grande hacia adelante en este espíritu por enviar un “paquete más grande del regalo a los Yankees” en venganza por la provocación militar americana, KCNA citó Kim como diciendo.
Corea del Sur dijo que había realizado un simulacro conjunto con un bombardero supersónico estadounidense B-1B Lancer el lunes. Los medios estatales de Corea del Norte acusaron a Estados Unidos de realizar un simulacro para practicar la caída de bombas nucleares en la península de Corea.
La Marina estadounidense dijo que su grupo de ataque de portaaviones, liderado por el USS Carl Vinson, también planeó un simulacro con otro buque nuclear estadounidense, el USS Ronald Reagan, en aguas cercanas a la península coreana.
Un portavoz de la Marina de los EE.UU. en Corea del Sur no dio un calendario específico para el taladro planeado del grupo de ataque. Corea del Norte llama a estos ejercicios una preparación para la guerra.
El lanzamiento del lunes se produjo después de dos pruebas exitosas de misiles de mediano a largo alcance en tantas semanas por el Norte, que ha estado conduciendo tales pruebas a un ritmo sin precedentes en un esfuerzo por desarrollar un misil balístico intercontinental (ICBM) capaz de golpear el continente Estados Unidos. Dichos lanzamientos, y dos ensayos nucleares desde enero de 2016, se han llevado a cabo en desafío a la presión estadounidense, las resoluciones de la ONU y la amenaza de más sanciones.