Al acelerar el programa de armas, los líderes de occidente temblaron más que nunca, según señala The Wall Street Journal.
Durante los últimos tres años Corea del Norte ha lanzado más misiles que en las tres décadas anteriores. Desde que Kim Jong-un llegó al poder a finales del 2011, el líder norcoreano ha modernizado la producción de los mecanismos para los misiles, incluso nucleares, además de actualizar el programa de la jerarquía militar y atender con mucha atención las necesidades de los ingenieros.
La seriedad de Kim Jong-un respecto a su programa nuclear se puso de manifiesto en marzo de 2012 cuando el joven mandatario elevó a las Tropas Estratégicas de Cohetes de Corea del Norte, confiriéndoles la misma importancia que tenían las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Aéreas.
Hace poco, los expertos en armamento que estudiaron las imágenes del satélite y las fotos publicadas por Corea del Norte admitieron que en las plantas norcoreanas donde se producen misiles aparecieron nuevas máquinas que permiten acelerar el trabajo y fabricar piezas a un ritmo de 24 horas, siete días a la semana, reduciendo hasta el mínimo la necesidad de importación de partes similares. Las ONU prohíbe cualquier importación que pueda ser utilizada en programas de armamento.
Pero, evidentemente, Pyongyang no hubiera sido capaz llegar tan lejos sin la ayuda extranjera. El grupo de las Naciones Unidas que monitorea las sanciones contra Corea del Norte identificó que la empresa china Tengzhou Keyongda CNC Machine Tools suministraba a su vecino las nuevas máquinas de control numérico.
El programa nuclear coreano arrancó hace ya más de medio siglo. Nació en los años 60 del siglo pasado cuando el líder supremo Kim Il-sung estableció una academia militar para desarrollar misiles que pudieran alcanzar las bases de EEUU en Japón. Pero no tuvieron mucho éxito hasta que en los años 80 empezaron a importar los misiles balísticos soviéticos de Egipto. Corea del Norte los copiaba para construir los misiles tácticos Scud.
Ahora los especialistas en cohetes y en programas nucleares viven en apartamentos lujosos a lo largo del río Taedong, que atraviesa Pyongyang. En los últimos tres años los medios de comunicación estatales han presentado con frecuencia como el líder norcoreano visita las áreas residenciales de los científicos.
A pesar de todas las prohibiciones de la ONU, después del último lanzamiento del pasado 4 de julio, en total, ya son nueve las pruebas de misiles balísticos que Pyongyang ha realizado en lo que va de año, incluyendo dos lanzamientos fallidos en abril, según los medios surcoreanos.
“Parece que [Corea del Norte] no solo ha mostrado un misil balístico de alcance intermedio que puede permitirle atacar la base de EEUU en Guam, sino, lo que es más importante, es que han demostrado representar, un sustancial avance en el desarrollo de un misil balístico intercontinental”, concluye el experto aeroespacial John Schilling.