Según el medio militar británico, Jane’s Information Group, Irán estaría desplegando los S-300 rusos.
Las imágenes del satélite obtenidas por Jane’s demuestran que Teherán instaló de manera permanente a principios de abril uno de los sistemas S-300 de largo alcance (modelo PMU2). Este despliegue aumenta significativamente la capacidad de Irán para monitorear y amenazar a los aviones que cruzan el norte del golfo Pérsico.
En total, Teherán compró a Moscú en 2016 cuatro baterías S-300, cada una equipada con radares de tipo 96L6E, radares de intercepción 30N6E2 y plataformas de lanzamiento tipo 5P85TE2.
“Si los sistemas han sido equipados con misiles 48N6E2 que se utilizan normalmente con el S-300 (PMU2) podrían alcanzar 200 kilómetros, permitiendo a la base de Bushehr acoplar objetivos casi en cualquier parte del norte del Golfo sin pisar los territorios iraquí, kuwaití o saudí. El alcance de 300 km de los radares permitirá a Irán monitorear el tráfico aéreo sobrevolando partes de estos países vecinos”, señala el medio militar.