La armada china se dirige a Europa, mientras Beijing y Moscú buscan reforzar sus lazos estratégicos. La próxima repetición de los ejercicios navales “Mar Conjunto” tendrá lugar en el Mar Báltico la próxima semana.
Se espera que la flota naval china llegue al puerto de Baltiysk a finales de esta semana, según informes de la OTAN, los buques de guerra fueron avistados el lunes por la flota holandesa.
Rusia y China tienen previsto realizar su próximo simulacro naval conjunto, denominado “Joint Sea”, entre los días 24 y 27 de julio en el estratégico enclave de Kaliningrado, la antigua Königsberg. La primera fase de las maniobras contará con la presencia de una docena de buques de guerra, aviones y helicópteros de las Fuerzas Armadas de ambas naciones.
Beijing ha enviado a su destructor Changsha, uno de los más avanzados del Ejército Popular de Liberación, la fragata Yuncheng y el buque de suministro Lomahu, que partió el pasado 18 de julio del puerto de Sanya, en la provincia china de Hainan. Se espera que en el simulacro participen un total de 12 buques.
El mes pasado, la agencia estatal de noticias china Xinhua dijo que los ejercicios de este año apuntan “a consolidar y avanzar en la asociación estratégica integral de coordinación entre China y Rusia y a profundizar la cooperación amistosa y práctica entre los dos ejércitos mejorando la cooperación entre las dos Armadas”.
El escenario es particularmente polémico. Los países bálticos, Lituania, Letonia y Estonia, han advertido repetidamente contra las ambiciones territoriales de Rusia, mientras que la expansión de Moscú a Ucrania ha llevado a la OTAN a reforzar su presencia y a llevar a cabo sus propios ejercicios en la frontera con Rusia.
Cabe recordar que desde 2005, China y Rusia han llevado a cabo cinco ejercicios navales conjuntos y también han registrado considerables avances en el sector defensivo. En 2015 los dos países celebraron ejercicios conjuntos en aguas del Mediterráneo. En recientes declaraciones, el secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis, ha reconocido que Rusia y China están desafiando el dominio militar y la ventaja competitiva de EE.UU. con sus avances en el sector militar.
Pekín y Moscú por su parte, están sumamente preocupados por la creciente actividad militar de Washington en el continente asiático y, por tanto, han adoptado diferentes medidas para contrarrestar la presencia militar estadounidense en la zona, en particular en el mar de la China Meridional.
Rusia y China han continuado realizando ejercicios a veces en aguas políticamente sensibles. El ejercicio del año pasado tuvo lugar en el disputado Mar de China Meridional, donde Pekín está construyendo islas artificiales en aguas reclamadas por sus rivales regionales, Japón y Corea.
La segunda parte de los ejercicios “Joint Sea” están programados para el próximo mes de septiembre que tendrán lugar en el Mar de Barents entre Rusia y Noruega, en el Océano Ártico, y en el Mar de Okhotsk en el Océano Pacífico Occidental.
Los ejercicios conjuntos, a juicio de analistas internacionales, forman parte de la ambición de China de expandir su presencia militar fuera de Asia.