El nuevo titular del Ministerio de Defensa, Oscar Aguad, asume luego de un período marcado por la transición y pasividad. Pese a que la situación económica del país puede ser utilizada como una excusa justificada para la no incorporación de sistemas de armas de importancia, ciertos aspectos ensombrecieron la administración del ya ex-ministro de Defensa Julio Martínez. La principal deuda es la referida al personal, el cual aún está lejos de recibir un salario que se equipare a las Fuerzas de Seguridad o que incluso se equipare al personal civil que presta tareas en el estado nacional (tal como había sido prometido). Esta situación, sumada a la falta de incentivo que parte de la falta de operación de sistemas modernos y de dudas sobre roles dentro de la vida castrense, ha terminado por generar una sangría importante de recursos humanos con la consiguiente pérdida de capacidades, ya que en muchos casos se trata de gente con años de experiencia y formación.
Otro de los aspecto pendientes es la falta de una definición clara para las Fuerzas Armadas sobre su propia misión y función institucional. Actualmente las mismas están limitadas al control de fronteras en la lucha contra el narcotráfico, asistencia a la comunidad y operaciones de paz (menguando en cuanto a importancia de despliegues, siendo la misión de Chipre la más importante), quedando en evidencia la falta de un norte o plan a largo plazo para la Defensa en general y el objeto de las Fuerzas Armadas en particular, dejando como misión colateral su naturaleza principal, que es la propia preparación para la guerra.
Por si fuera poco, el Ministro entrante asume con una polémica en puerta: la vergonzosa pasividad burocrática a la hora de autorizar la salida del destructor ARA “La Argentina” para su participación en el ejercicio multinacional UNITAS a realizarse en Perú. La desproligidad política que tanto nos caracteriza costó un plantón a la nación anfitriona así como el despliegue del destructor hasta Ushuaia (incidente mediante), su espera en puerto y posterior orden de retorno.
Este tipo de problemas son ya moneda corriente en el desarrollo de tareas de los funcionarios de Defensa. Al desplante ultimo del destructor se suma gran cantidad de papelones en relación a plazas reservadas a la Argentina alrededor del mundo para que miembros de nuestras Fuerzas Armadas asistan a diferentes cursos. No han sido pocas las oportunidades en que las partidas presupuestarias han sido frenadas o incluso demoradas burocráticamente, logrando que las distintas instituciones militares pierdan sus vacantes o incluso se hayan prestado al desprestigio frente a instituciones de otros países por demoras irresponsables dentro de los pasillos del Edificio Libertador.
Eso si, la burocracia interna no se ha tomado descanso alguno a la hora de recorrer el mundo firmando memorandos de entendimiento, intenciones de compra o negociaciones que nunca se materializaron y que se prestan mas a suspicacias que a una verdadera determinación de modificar la realidad operativa que aqueja a las fuerzas desde hace décadas.
En la misma linea y ya fuera de los desafíos administrativos que asumirá el nuevo Ministro de Defensa Aguad, se encuentran diferentes cuestiones que han sido abordadas parcialmente durante gestiones anteriores, o directamente han sido omitidas. Detallamos a continuación algunos puntos (entre muchos) que el entrante ministro debería encarar:
- Control marítimo: Con pocas y desgastadas unidades para realizar control del mar territorial y la zona económica exclusiva, ademas de prácticamente estar imposibilitados operativamente de realizar proyección de fuerzas, la Armada Argentina se encuentra en una situación critica. Con mas de 30 años de antigüedad, los sistemas de despliegue principal pasan sus días amarrados en puerto, imposibilitados de ser potenciados por modernizaciones o incluso de asignación de nuevas unidades que maximicen sus capacidades. Por otro lado, la compra de unidades del tipo Patrulleras de Altura generan mas líneas en los medios que avances concretos que los materialicen. Resta definir si finalmente los Gowind franceses serán los que porten nuestra enseña o si finalmente las ofertas españolas o chinas terminen por ser seleccionadas. Se suma la necesidad de contar con una flota más numerosa de aviones de patrulla marítima, caso los P-3B Orión del Comando de Aviación Naval, cuya modernización en FAdeA avanza lentamente. Lo ideal no solo sería adquirir unidades adicionales de los stocks norteamericanos sino también otorgar el presupuesto necesario para su operación y para contar con más tripulaciones y personal técnico.
Reconocimiento salarial: Concretar la promesa de equiparación salarial con las Fuerzas de Seguridad. Medida que no solo es justa por donde se la mire, sino que también servirá para paliar el éxodo constante al ámbito civil de personal altamente capacitado y con gran experiencia.
La lista de necesidades es extensa como para tratarla en un solo artículo, sin embargo las mencionadas son las prioridades que creemos tendrá que atender a corto plazo el nuevo Ministro de Defensa. En un contexto sumamente complejo en lo socio-económico, y con el fantasma del recorte siempre rondando, el Ministro Aguad tendrá que demostrar si tiene cintura política para llevar adelante una administración superadora o si solo es un cargo “de paso”, tal como ha sucedido en las últimas décadas. Será cuestión de tiempo para apreciar los resultados.
El inutil de Aguad NO VA A HACER NI MIERCOLES, Y MUCHO MENOS CON UN PRESIDENTE ANTI DEFENSA COMO MUGRICIO MACRI
como siempre,postergando y dejando cada vez más abierta la puerta para que entren nuestros hermanos latinoamericanos a robar lo que es nuestro.
Hay que adoptar la politica de “Sin blanqueo , no hay votos”. NO hay excusa para no hacerlo, simplemente no se hace porque aprovechan que las FFAA no tienen manera de reclamar o como hacen otros “extorcionar” al gob.
Aprovechando esa situacion, pasan cosas como el aumento de sueldo actual, en donde no solo nos dan el porcentaje mas bajo que se le dio a todos los demas, sino que encima dan un 17,5% ahora y el mes que viene el 2,5%.. lo que es una burla.
Para un SM con TMC 100% el aumento no se si llega a los 5 mil pesos y a eso hay que descontarle ganancias. asi que con suerte quedaran 3000 mi pesos limpios.
Una burla al mejor estilo K.