El éxito de las pruebas de los misiles balísticos intercontinentales de Corea del Norte se debe a potentes motores producidos en territorio ucraniano y adquirido en el mercado negro, recoge el diario ‘The New York Times’ citando un estudio del Instituto Internacional para Estudios Estratégicos y agencias de la Inteligencia de EE.UU. La tecnología ICMB de Pyongyang ha avanzado a velocidades sin precedentes debido a la tecnología encontrada en la familia de motores de cohetes soviéticos RD-250 desarrollados originalmente en la Unión Soviética en la década de 1960 en una fábrica basada en la actual Ucrania.
Según una investigación llevada a cabo por el experto en misiles Michael Elleman, en los últimos dos años Pionyang ha cambiado los diseños de sus misiles, así como a los fabricantes de las partes necesarias para su ensamblaje. Tras estudiar las imágenes en las que el líder norcoreano Kim Jong-un revisa los nuevos motores, los analistas han estimado que son similares a los que se empleaban en la antigua URSS. “La evidencia disponible indica claramente que el motor de alto rendimiento liquido propulsor (LPE) está basado en la familia de motores RD-250 soviético, y ha sido modificado para funcionar como la fuerza impulsora de los Hwasong-12 y Hwasong-14”.
Los investigadores y expertos estatales de EE.UU. han concluido que el lugar más probable de producción de los motores de los dos misiles balísticos lanzados en julio de este año es la fábrica de Yuzhmash, que está situada en la ciudad ucraniana de Dnipró.
Según Elleman, “es probable que estos motores provinieran de Ucrania, posiblemente de forma ilícita”. De esta manera, el experto destaca que “la gran pregunta es cuántos tienen [los norcoreanos] y si los ucranianos les están ayudando ahora”.
El analista recuerda que, según la ONU, hace seis años dos ciudadanos norcoreanos fueron detenidos intentando robar tecnologías de misiles de la fábrica de Yuzhmash. Según la investigación, Pionyang podría haberse aprovechado de la situación política en Ucrania para llevar a cabo otro intento de hacerse con los secretos de la producción.
Según el diario, la fábrica ucraniana, fundada en 1944, negó el pasado mes de julio haber vendido su producción a ningún país extranjero, incluida China. Los investigadores norteamericanos han indicado que no hay evidencia de que el Gobierno del presidente ucraniano Piotr Poroshenko conozca o controle la situación en la fábrica. “Ucrania nunca ha suministrado motores de cohetes ni ningún tipo de tecnología de misiles a Corea del Norte”.
La reacción de Ucrania
Por su parte, el jefe del Consejo Nacional de Seguridad de Ucrania, Alexánder Turchinov, ha declarado el martes que la información sobre los presuntos suministros de armas y tecnologías militares a Corea del Norte “no tiene ningún fundamento” y es “provocativa”.
En declaraciones recogidas por la agencia de noticias RIA Novosti el político ucraniano también ha destacado que Kiev considera al Gobierno norcoreano “un régimen totalitario, peligroso e impredecible”, y “apoya todas las sanciones” en su contra.
Este año la cartera de pedidos de Yuzhmash, que produce entre otros, naves espaciales, lanzadores (cohetes) cohetes de propulsión líquida, tren de aterrizajes y productos industriales en general, para los próximos años ha superado 350 millones de dólares, según han confirmado fuentes de las instalaciones a la agencia TASS. Sus principales clientes son “compañías de EE.UU., Italia, la India y Corea del Sur”.
Además, en la fábrica han destacado “el apoyo normativo y financiero sin precedentes” proporcionado por el Gobierno ucraniano.
Misiles de Corea del Norte probados con éxito
KN-1 – un misil de crucero anti-buque de corto alcance. Su área de distribución se estima en alrededor de 160 kilómetros, lo más probable es que se trate de una versión mejorada del misil Termit Soviético (nombre en clave de la OTAN “Styx”).
KN-2 Toksa – de corto alcance, misil móvil de combustible sólido, de alta precisión, copia modificada de la OTR-21 soviético. Número desconocido en el servicio, por lo visto desplegado a finales de 1990 o principios de la década de los 2000.
Hwasong-5 – modificación Scud inicial. Misil de carretera móvil, de combustible líquido, con un rango estimado de 330 km. Se ha probado con éxito. Se cree que Corea del Norte ha desplegado unos 150-200 misiles de ese tipo de lanzadores móviles.
Hwasong-6 – modificación Scud posterior. Similar que el Hwasong-5, pero con un mayor rango (550-700 km) y una ojiva más pequeña (600-750 kg). Al parecer, este es el misil de Corea del Norte de mayor despliegue, con al menos 400 misiles en uso.
Nodong-1 – modificación Scud más grande y más avanzado. De combustible líquido, misil de carretera móvil con una ojiva de 650 kg. Las variantes de la primera producción tenían la dirección de inercia, después las variantes contaron con guía GPS, lo que mejora la precisión del PAC a 190-250 m. El alcance se estima entre 1.300 y 1.600 km.
Taepodong-1 – Banco de pruebas demostrador de tecnología de tres etapas. La primera etapa fue adaptada de un Rodong-1. La segunda etapa fue adaptada de un Hwasong-6. El lanzamiento de un satélite se intentó en 1998. El satélite fracasó, pero las dos primeras etapas aparentemente funcionaban adecuadamente. Según algunos analistas, el Taepodong-1, si se desarrollara en una plataforma de ICBM, podría tener un alcance de cerca de 6.000 km, con una tercera fase y una carga útil de menos de 100 kg. La Agencia de Inteligencia de Defensa de EE.UU. estima que el Taepodong-1 era un banco de pruebas, que no se pretendía ni se podría usar como arma. El Centro Nacional de Inteligencia Espacial y del Aire de Estados Unidos hizo una evaluación similar.