Por Lara Seligman | Aerospace Daily & Defense Report
LANGLEY AFB – La Fuerza Aérea de los Estados Unidos ha identificado las tecnologías clave que necesita desarrollar para el caza de superioridad aérea de próxima generación, que reemplazará al F-22 Raptor, estas incluyen un motor más potente y eficiente para obtener un mayor alcance y capacidades furtivas superiores a las actuales.
El general Mike Holmes, comandante del Comando de Combate Aéreo, subraya la importancia de desarrollar una nueva y sofisticada aeronave para reemplazar al F-22, sobre todo porque los potenciales adversarios desarrollan armas cada vez más avanzadas como el recientemente designado Su-57.
“Es un avión de buen aspecto y ciertamente pondra en riesgo a nuestros aviones de cuarta generación y tendremos que seguir trabajando para mejorar al F-22 y al F-35 todo el tiempo, para tratar de mantener una ventaja allí, ” dijo Holmes en una entrevista el 17 de agosto.” Eventualmente, usted se encontrará con un límite en su capacidad para mejorar esas plataformas, y por eso necesitamos tener algo más preparado “.
La Fuerza Aérea ha dedicado los últimos años a estudiar lo que se necesitará para asegurar el control de los cielos durante el resto del siglo como parte de su esfuerzo por la “Superioridad Aérea 2030”, incluyendo al siguiente caza de sexta generación que sucedera al F-22, programa que actualmente lleva la designación de Penetrating Counter Air (PCA ). El brazo aéreo todavía está trabajando a través de un análisis de alternativas para determinar las capacidades de la nueva plataforma, pero “creemos que tenemos seleccionadas las tecnologías”, dijo Holmes.
El alcance extendido será una característica clave, que permitirá al nuevo caza autodesplegarse y acompañar al nuevo bombardero B-21 en misiones de penetración profunda. El aumento del alcance derivara en un aumento el tamaño de la célula y la potencia del motor, explicó Holmes. El motor del PCA tendrá que ser más eficiente en el consumo de combustible, tener más empuje y más aire de refrigeración para soportar una celula de mayor alcance e incluso más furtiva de lo que la tecnología actual permite, dijo.
La Fuerza Aérea junto con los fabricantes de motores Pratt & Whitney y General Electric han estado trabajando en una nueva clase de sistemas de propulsión de aviones de combate basados en tecnología de motores de tres vías, o flujos, que podrían ajustarse a este proyecto. el motor de tres vias proporciona una fuente adicional de flujo de aire que, dependiendo de la fase de la misión, está diseñada para proporcionar un flujo de masa adicional para una mayor eficiencia de propulsión y una menor combustión de combustible para una mayor autonomía o un flujo masa adicional al nucleo del motor para un mayor empuje y aire de refrigeración para aumentar el rendimiento en combate.
Esta tecnología, que está madurando bajo el Programa Adaptive Engine Transition Program (AETP), es parte de los esfuerzos del servicio para desarrollar el PCA, reconoció Holmes.
La cualidad stealth también será un requisito clave para el nuevo caza, a pesar de los posibles compromisos, como la velocidad, y el avance de los radares contra-stealth que algunos argumentan que volverán obsoletos a los aviones stealth, dijo Holmes.
“Es un juego de gato y ratón, y nunca ha terminado”, dijo. “No es que construyas algo que pueda ayudar a detectar aviones furtivos y ahora no hay necesidad de perseguir la furtividad, sigue adelante y continúas refutando las ventajas del otro y presentando nuevas ideas”.
La Fuerza Aérea también está examinando las armas que un futuro caza de superioridad aérea podría requerir, y cuántas necesitaría en las bodegas de armas internas, así como sus sistemas de misión -por ejemplo, sensores y capacidades de fusión- dijo Holmes.
Holmes declinó especificar qué tecnologías de armas en desarrollo ha elegido la Fuerza Aérea para el nuevo caza, diciendo que “tendrá las armas apropiadas para su misión”.
La Fuerza Aérea reveló por primera vez este año una línea de financiamiento para el secreto “Air Dominance Air-to-Air Weapon” en los documentos presupuestarios del año fiscal 2018 , solicitando USD 1 millón para mantener el proyecto. Poco se sabe sobre la capacidad de los misiles aire-aire de la próxima generación, pero puede ser un sucesor de los avanzados misiles aire-aire Raytheon AIM-9X Sidewinder y AIM-120 que el Raptor lleva actualmente, o posiblemente una versión de largo alcance de esas armas. Un misil aire-aire de largo alcance también podría equipar en el futuro a los aviones no furtivos que tienen que mantenerse alejados de las amenazas de misiles tierra-aire.
Ahora que la Fuerza Aérea ha identificado las tecnologías claves para el PCA, el siguiente paso es hacerlas realidad: “tomar ideas y llegar a donde son manufacturables y constructibles”, dijo Holmes. Pero hizo la advertencia de que el PCA depende de la alineación con los resultados de la Orientación Estratégica de Defensa del Secretario de Defensa James Mattis, además de obtener fondos suficientes para mantener todas las actividades de desarrollo tecnológico en el buen camino.
En general, la Fuerza Aérea solicitó USD 294.7 millones en el año fiscal 2018 para continuar estudiando opciones para el PCA.
“En este momento nuestro enfoque está en conseguir el dinero para mantener las actividades de desarrollo en el buen camino para que no se pierda un pedazo de él cuando nos preparemos para ir hacia adelante con un nuevo caza.