China ha puesto oficialmente en servicio el Chengdu J-20 Stealth Fighter, anunció el Ministerio de Defensa de China.
Wu Qian, portavoz del Ministerio de Defensa Nacional del país, dijo también en una conferencia de prensa el jueves que las pruebas de vuelo se están llevando a cabo según lo programado. El avión está actualmente en baja producción para la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación de China, o PLAAF, con al menos seis ejemplares que se sabe que están siendo sometidos a pruebas operacionales desde finales de 2016 en la 176a Brigada Aérea de la fuerza en la base aérea de Dingxin, en la provincia china de Gansu.
El J-20 es clasificado por el PLAAF como de cuarta generación – ampliamente equivalente a la quinta generación en el Occidente – un jet de combate de mediano y largo alcance con características furtivas, aunque esto se limita principalmente a la cara frontal del diseño.
Una reciente evaluación de la sección transversal de radar del J-20, o RCS, en la División de Investigación de Sistemas Electrónicos del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Taiwán, Chung-Shan, parecía estar de acuerdo con esta evaluación. Pero esa evaluación sólo se realizó sobre la forma básica del J-20 como parte de un estudio sobre grandes radares en fase y no tuvo en cuenta otras medidas de reducción de RCS, como el uso de pinturas o materiales absorbentes de ondas radar.
Los pilotos PLAAF J-20 también han confirmado que el avión se ha construido con un nivel de fusión de sensores, aunque se desconocen los detalles exactos. El J-20 lleva bodegas internas para preservar las características furtivas del avión, con una bahía de armas principal capaz de transportar hasta seis PL-12 más allá de los misiles aire-aire de alcance visual y una bahía de armas más pequeña a cada lado del fuselaje montando un solo misil aire-aire de corto alcance.
