Por Lara Seligman | Aerospace Daily & Defense Report
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos está avanzando con los preparativos para durante el próximo año tomar dos aviones turbopropulsados de ataque ligero off-the-shelf y enviarlos a combatir terroristas.
Los preparativos para la demostración de combate, llamada Combat Dragon III, aún no arrancaron, especialmente debido a que el estado mayor de la USAF aún no ha tomado una decisión final sobre si seguir adelante con este ejercicio. La Fuerza Aérea ha elegido un comandante de escuadrón y un total de 70 personas, dijo el coronel de la Fuerza Aérea Mike Pietrucha, asesor de ataque ligero del Comando de Combate Aéreo (ACC).
El servicio ha decidido tomar cuatro aviones – dos Embraer/Sierra Nevada Corp. A-29 Super Tucano y dos Textron AT-6 Wolverine , dijo Pietrucha.
“Nos estamos preparando como si nos fuéramos”, dijo.
El Combat Dragon III sería el paso siguiente a la demostración de ataque ligero de la Fuerza Aérea, que tuvo lugar este verano en Holloman AFB, Nuevo México. El objetivo de este experimento de alto perfil fue evaluar a los cuatro aviones de ataque ligero disponibles para la misión de lucha contra el terrorismo: el Super Tucano y el Wolverine fueron los candidatos top, así como dos competidores de “nivel dos”: el jet Textron Scorpion y el L-3 Air Tractor AT-802L Longsword.
El Combat Dragon III probablemente será mucho más costoso que la demostración de ataque ligero, que llevo a cabo la Fuerza Aérea con menos de 6 millones de dolares pagados por fuera del presupuesto asignado por el servicio a experimentación y prototipos. Pietrucha estimó que el experimento de combate real Combat Dragon III costaría más de 100 millones de dólares.
El concepto de una demostración de combate de ataque ligero tiene sus raíces en el programa Combat Dragon II, durante el cual la Marina de los Estados Unidos desplegó un par de OV-10G Bronco fuertemente modificados en el Medio Oriente para evaluar su capacidad de vigilancia y ataque ligero. A pesar de un despliegue exitoso, el Congreso bloqueó el programa.
Pero el tiempo pasado puede haber ayudado a madurar el concepto en militares y politicos como para tomar la posta donde se detuvo el Combat Dragon II. Los cazas de alto nivel que actualmente ayudan al venerable A-10 Warthog a proporcionar apoyo aéreo cercano a las tropas en el Medio Oriente están desgastados por décadas de guerra. Una nueva flota de alrededor de 300 aeronaves de ataque ligero asequibles diseñadas para el entorno de baja amenaza aliviaría la carga de los F-15, F-16 y otros aviones, permitiéndoles realizar las misiones de alto nivel para las que fueron diseñados, sostienen los oficiales de la USAF.
Además, una flota de ataque ligero proporcionaría asientos muy necesarios para entrenamiento de pilotos mientras la Fuerza Aérea lucha con la producción, absorción y retención de los pilotos.
El Combat Dragon III sería el siguiente paso hacia un programa de registro. Para dirigir el escuadrón, la Fuerza Aérea está sacando a los aviadores de los escuadrones operacionales y del personal aéreo, dijo Pietrucha. Los criterios para la tripulación son los mismos que para la demostración de Holloman: 1.000 horas de vuelo, tiempo en avión de combate o de ataque, calificación de instructor anterior o actual y experiencia de combate.
Al menos una nación asociada está interesada en participar, dijo Pietrucha.
El experimento de combate tendría lugar en el área de responsabilidad del Comando Central de los EE. UU., pero el comandante del Comando Central de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, Teniente General Jeffrey Harrigian, decidiría dónde estaría situado en esa región. El avión estaría destruyendo blancos en apoyo de las fuerzas estadounidenses y de la coalición, al igual que cualquier otro activo en la región, dijo Pietrucha.
“Esperamos que estos aviones actúen como cualquier otro avión de combate que despleguemos, un activo aéreo flexible, asignado en base, al que el comandante del Componente Aéreo de las Fuerzas Combinadas necesita asignar para apoyar las operaciones que están ocurriendo”, dijo.
La Fuerza Aérea aún no ha decidido dónde se llevará a cabo la demo de combate, pero ha descartado varias opciones. Por ejemplo, el avión no funcionaría fuera de la base aérea de Al-Udeid, Qatar, porque el campo de aviación está demasiado lejos. Tampoco operarían en zonas donde existan defensas aéreas rusas, lo que excluye ciertas regiones de Siria.
Durante la demostración de combate, la Fuerza Aérea evaluaría por primera vez la efectividad de las armas de precisión de la aeronave, las municiones de caída libre y cañones, dijo Pietrucha. Los funcionarios también mirarían la sostenibilidad del mantenimiento, el consumo de piezas y la confiabilidad para el ambiente operacional.
“Éstas son las clases de cosas que usted quiere saber si usted va a trabajar en una operación de todo el teatro: donde?
Sin desmerecer al Super Tucano, cualquier avion opera como plataforma de ataque en cielos “controlados”