Después de semanas de enfrentamientos, el gobierno sirio anunció este viernes, que sus fuerzas han recuperado la ciudad oriental de Dair Alzour, el último bastión urbano del Estado Islámico en el país y la capital de una provincia rica en petróleo con el mismo nombre.
Las tropas del gobierno, respaldadas por aviones de combate rusos y milicias apoyadas por Irán, expulsaron a los militantes de sus puntos de apoyo en la ciudad y “barrieron” calles, plazas y edificios para eliminar las municiones y artefactos explosivos.
Fue el más reciente de una serie de derrotas militares para el grupo extremista, que ya viene observando como se desmorona su auto proclamado califato frente a múltiples ataques en Siria y el vecino Iraq en los últimos meses.
Una alianza respaldada por los EE. UU de milicias sirias arrebató el control de la capital de facto del Estado Islámico, Raqqah, el mes pasado, y las fuerzas iraquíes recuperaron Mosul, la ciudad más grande en manos de los militantes, en julio.
Mientras las tropas leales al presidente sirio Bashar Assad recuperaban a Dair Alzour este viernes, las fuerzas del gobierno iraquí y las milicias chiítas aliadas luchaban contra los combatientes del Estado islámico en el extremo oeste de su país, empujando la ciudad de Qaim y tomando un cruce fronterizo clave bajo el control de los militantes.
Muchos estarán ansiosos por regresar a la ciudad y las aldeas circundantes, aunque no está claro cuántos tienen una casa en pie.
El área ha sido atacada con artillería y ataques aéreos durante meses. El video publicado en el sitio web de SANA mostró el jueves que los tanques se desplazan a través de un paisaje urbano devastado, más allá de edificios derrumbados y otros con sus fachadas destruidas.
