La Armada Argentina, en sus intentos de modernización, siempre se encontró envuelta en desafíos que posteriormente le costó cumplir. Sea por falta de presupuesto o desviación de recursos, las metas auto-impuestas fallaban en concretarse.
A principios de este siglo la Armada se planteó la adquisición de nuevos buques que pudieran cumplimentar con determinadas misiones de patrullaje. Así se dio marcha al nuevo proyecto que se conoce como Patrulleros de Alta Mar (PAM). La intención de la Armada Argentina era obtener un buque que pudiera realizar las misiones básicas de un buque tipo “aviso” sumándole la capacidad de patrullaje.
La intención en poseer patrulleros de alta mar radica en la falta de buques de este estilo dentro de la Armada Argentina. La fatídica realidad indica que ninguno de los buques de la Armada puede operar realmente como buque patrullero especifico. El rol de patrullaje se postula como una misión secundaria actualmente en nuestro país, dado que la falta de velocidad en algunos de los buques le imposibilita la persecución de barcos pesqueros ilegales u otros barcos que puedan estar cometiendo violaciones dentro de la soberanía marítima Argentina.
Para el año 1948 las primeras PAM servían más que nada como buques de instrucción para el novato personal de la Escuela de Prefectura y posteriormente se le atribuyo roles de remolque y logística.
En 1988, la Armada se hace con un nuevo tipo de aviso diseñado para el apoyo a plataformas petroleras. A este tipo de embarcaciones se le conoce comúnmente como OSV Offshore Supply Vessel, utilizado para misiones de logística entre bases. El A-2 Teniente Olivieri, cumplía funciones de remolque y salvamento en alta mar, además de realizar la Patrulla Antártica Naval Combinada (PANC) junto a la Armada de Chile.
Sin embargo, la Armada todavía se sabía insatisfecha y crea posteriormente, un proyecto que se acercase más a las necesidades de la Armada Argentina, dando origen al proyecto POM, o Patrullero Oceánico Multipropósito, que tenía más que ver con los requisitos que buscaban completarle al ARA.
Los Patrulleros Oceánicos Multipropósito tenían que poder brindar la capacidad de búsqueda y rescate en alta mar, misiones de logística, servir como buque escuela, y albergar capacidad para tareas científicas. En resumen tenía que servir para las siguientes labores:
- Logística: transferencia de combustibles, lubricantes y agua dulce a otras embarcaciones y bases navales.
- Operaciones de búsqueda y rescate en alta mar.
- Capacitado para realizar la Patrulla Antártica Naval Combinada.
- Apoyo a las Campañas Antárticas y Científicas.
- Apoyo a operaciones de buceo.
- Entrenamiento de Marinería.
- Funciones de remolque y salvamento de embarcaciones en alta mar.
- Apoyo logístico, SAR, asistencia comunitaria/sanitaria en áreas costeras y fluviales.
- Operaciones militares de apoyo en áreas costeras y fluviales.
- Misión de control de desastres, sea en plataformas petroleras, desastres naturales, contención de accidentes ambientales o naufragios.
Sin embargo, dentro de los enumerados requerimientos, no existe especificación sobre las intenciones de obtener un verdadero patrullero del tipo que poseen otras Armadas en el mundo, como los Offshore Patrol Vessel (OPV).
En 2005, el entonces presidente Néstor Kirchner otorgó presupuesto de 27 millones de dólares para modernizar el astillero Rio Santiago, y con ello poner en marcha el proyecto POM, pero poco después el proyecto fue interrumpido.
En el 2015 se adquirió de Rusia cuatro buques con capacidad polar, a los cuales se les asignó los nombres de ARA “Puerto Argentino”, ARA “Islas Malvinas”, ARA “Estrecho de San Carlos”, y ARA “Bahía Agradable”. Los mismos fueron adquiridos con el propósito de reemplazar a otros buques que ya se encontraban en servicio poa más de 25 años. El ARA “Puerto Argentino” y ARA “Islas Malvinas” realizaron la Campaña Antártica del 2015/ 2016 cumpliendo misiones de logística, sobretodo dada la ausencia del rompehielos Irízar, y continúan realizando las habituales tareas asignadas a las unidades navales desplegadas en la zona austral.
En 2016, se había anunciado la puesta en parcha del postergado proyecto POM en el Astillero Río Santiago, pero más allá de los anuncios políticos, jamás se conoció de la fabricación de ninguno de los buques del proyecto POM que la Armada Argentina necesita.
Es cierto que la Armada Argentina se beneficia mucho más de buques tipo Offshore Supply Vessel dadas las necesidades actuales de la Armada, pero no se puede ignorar que existe una problemática actual a la cual no se está atendiendo.
La capacidad de poder obtener verdaderos buques patrulleros podría suponer una excelente estrategia para crear una autentica presencia en el mar argentino y proteger la diversidad marítima que actualmente se encuentra en peligro por causa de la pesca ilegal. Además, serviría para poner en la agenda temas de defensa que hoy no se están discutiendo.
