El equipo de rescatistas militares rusos voló de Rusia a Argentina a finales de la semana pasada. El An-124 ruso llevo a América Latina a especialistas de la 328 división expedicionaria de búsqueda y rescate de la Armada rusa.
Especialistas del norte de Rusia
La división, emplazada en Lomónosov, en la región de San Petersburgo, realiza los trabajos más complejos de rescate de buques bajo el agua, así como entrena a la tripulación de los submarinos para salir a la superficie en caso de accidente.
El grupo está encabezado por el jefe de la 328 división, capitán Serguéi Bashmakov.
Su organización funciona desde 1945 y se la denomina Instituto, dado que realiza estudios científicos además de prácticos. Es el único centro de investigación aplicada en Rusia dedicado al desarrollo de operaciones de rescate, medios y métodos para realizar trabajos de buceo, elevación de barcos y labores en aguas profundas.
En los últimos años, este Instituto, conocido en Rusia por la abreviatura VUNC VMF, se dedicó a remolcar de las profundidades el submarino nuclear Kursk (2001), el velero Kaunas, que se estrelló en 2002 contra un soporte del puente en el río Neva, el sumergible S-189 (2005), la embarcación de pilotaje Petersburgo (2009), el buque hidrográfico Askold (2010) y, finalmente, el crucero Bulgaria que, al hundirse, se llevó consigo en 2011 nada menos que 122 vidas.
Unidades de élite
Bashmakov ha encabezado el VUNC VMF durante los últimos años. Tras llegar a Argentina fue entrevistado por un corresponsal del diario ruso Krasnaya Zvezda, vinculado al Ministerio de Defensa de Rusia.
Según Bashmakov, su grupo en Argentina incluye a 12 personas. Se trata de operadores del aparato submarino no tripulado Pantera Plus, buceadores de aguas profundas y un médico especialista en problemas conectados con el buceo. Además el grupo incluye a dos comandantes: el comandante del equipo de rescate de la expedición, capitán Vladímir Ilchukov, y el jefe del departamento de levantamiento y remolque de barcos de VUNC VMF, Anton Aguéyev, que es adjunto de Bashmakov durante la estancia del grupo en Argentina.
Los operadores de Pantera Plus tienen más de seis años de experiencia y han participaron en diferentes proyectos en los mares Negro, Báltico y del Norte.
Los buzos cuentan con una experiencia única: “Pocos rescatistas en el mundo pueden presumir de algo así”, subraya Bashmakov.
“Son verdaderos profesionales en su campo, capaces de actuar en situaciones de alta complejidad. Algunos de ellos hicieron una inmersión hace un mes por el método de inmersión prolongada bajo el agua desde el tablero del buque de rescate Igor Belousov a una profundidad de 317 metros”, cuenta el jefe de la operación rusa en Argentina.
Hablando sobre Pantera Plus, dijo que cabe en tres cajas, transportadas a Comodoro Rivadavia desde Lomónosov.
Según Bashmakov, los miembros de su grupo ni siquiera sufren tras cambiar zonas horarias y zonas climáticas:
“La Armada rusa opera en todas las latitudes. Los rescatistas de la Armada están listos para actuar en cualquier situación”.