El portaaviones HMS Queen Elizabeth es el buque más grande y poderoso jamás construido para la Royal Navy. Su construcción se anunció durante el 2007 y el coste de su producción alcanzó un presupuesto de US$4.200 millones de dólares.
El portaaviones de inmensas dimensiones, con sus 280 metros de eslora, 70 de manga, 56 de altura, posee una capacidad de desplazamiento de 65,000 toneladas, además de la capacidad de transportar hasta cuarenta aeronaves.
El portaaviones HMS Queen Elizabeth, orgullo de la Royal Navy, fue diseñado para imponer liderazgo en los mares con sus capacidades defensivas y una fuerza operativa nunca antes vistas para la Armada británica.
Pero luego de tan solo un mes en operaciones, el portaaviones presenta averías graves que podrían retrasar su puesta oficial en servicio, programada para finales del 2020, además de un aumento considerable en el presupuesto para su refacción.
La noticia de la falla fue recogida en los medios locales como un gran papelón, y los contribuyentes temen que el costo para su reparación aumente todavía más la estrafalaria suma que conllevó, originalmente su construcción.
El problema radica en una fuga de agua causada por el deficiente sellado de conductos en su estructura, originando el ingreso de hasta 200 litros de agua por hora.
Jonathan Beale, corresponsal de defensa de la BBC, dijo que la situación era “muy embarazosa” para la Armada británica. Asimismo, denunció a la Armada de querer minimizar los daños y la situación actual del portaaviones, además de inicialmente, querer ocultarlo a los medios.
Según fuentes del medio británico BBC, el problema se conocía hace un tiempo, sin embargo, no querían que estropeara la ceremonia de puesta en servicio frente a la reina Isabel.
Por su parte, la Royal Navy alega que la avería será reparada en el puerto de Portsmouth, al sur de Inglaterra, y que esto “no impedirá que navegue de nuevo”, además de tampoco afectar el calendario ya programado del portaaviones.