La administración Trump, dio a conocer en las últimas semanas del 2017, un documento que detalla la estrategia de seguridad nacional con un fuerte enfoque en la defensa nacional.
El documento se reduce a cuatro pilares básicos: “proteger al pueblo estadounidense y preservar nuestra forma de vida, promover nuestra prosperidad, preservar la paz mediante la fuerza y promover la influencia estadounidense en el mundo”. Esos son los pilares que el presidente Donald Trump aseguro promover y proteger.
Desde el medio especializado Task & Purpose, se alega que dichos objetivos son relativamente simples puesto que las amenazas que deben mitigar son todo lo contrario.
Además de las amenazas habituales de terroristas y estados delincuentes, Estados Unidos se enfrenta a la “gran competencia de poder” de países como Rusia y China. Y los objetivos estratégicos inmediatos: aniquilar la amenaza del extremismo islámico, protegerse contra las armas de destrucción masiva, “mantener a Estados Unidos a salvo en la era cibernética”, fortalecer la frontera y derrocar a las organizaciones delictivas transnacionales.
Dichas amenazas requerirán del ejército estadounidense la destreza de combinar capacidades estratégicas.
“Estos obstáculos no son solo enemigos que pueden borrarse del mapa, sino desafíos generales y estructurales que se ven afectados en todos lados. Los rápidos avances tecnológicos de los adversarios extranjeros, la naturaleza cambiante de la guerra moderna y la creciente amenaza de los actores no estatales han creado una situación de seguridad en la que la patria ya no es un santuario, como lo plantea la Estrategia de Defensa Nacional, todo mientras la capacidad del Departamento de Defensa para proteger a los ciudadanos estadounidenses se enfrenta a desafíos internos, desde la reducción de la buena predisposición hasta el drama presupuestario perpetuo del Congreso”, aseguran desde Task & Purpose.
Por consiguiente, el medio Task & Purpose, asegura que “hacer que Estados Unidos sea grandioso otra vez, en casa y en el extranjero, va a ser una pelea infernal, y después de un turbulento 2017, hay algunos desafíos seriamente complicados por delante que el Pentágono tendrá en cuenta a medida que avanza hacia otro año de guerra”.