Imagen cortesía de The National Interest

Existen fuertes rumores sobre la posibilidad de que Rusia esté trabajando en un proyecto secreto que involucra la construcción de un torpedo submarino termonuclear capaz de ocasionar una destrucción inimaginable si llegase a utilizarse.

En el 2015 el proyecto sufrió una filtración y la noticia repercutió en los medios locales y pronto se hizo eco en todo el mundo. Más tarde, llegaría la confirmación estadounidense sobre la veracidad del proyecto y los peligros que el mismo acarrea.

Bryan Clark, ex oficial de la Armada de Estados Unidos, declaró recientemente sobre la noticia alegando que “ese drone subacuático con capacidad nuclear sería capaz de burlar las defensas estadounidenses”, suponiendo un potencial peligro para la seguridad nacional.

El arma, denominada Status-6, se trata de un gigante torpedo no tripulado termonuclear de 100 megatones de potencia, con una velocidad de unos 100 nudos (185 Km/h) y un alcance de hasta 10.000 kilómetros de distancia. El mismo puede operar hasta 1.000 metros de profundidad.

El torpedo Status-6, es a su vez, un arma silenciosa, puesto que a diferencia de los misiles balísticos, no emite ningún signo de advertencia a su enemigo.

Asimismo, una vez lanzado, el drone continúa su trayectoria sin desviarse hasta que logra alcanzar su objetivo, o por consecuencia, hasta que sea interceptado. De cualquier forma, dada su potente carga nuclear, el torpedo Status-6 representa una letal amenaza convirtiéndola en el arma más mortífera jamás construida. 

Status-6, es sin duda, el arma más poderosa de todos los tiempos, y de ser completado el proyecto, el arma supondrá una piedra en el zapato en la defensa de los Estados Unidos.

Se espera que el primer prototipo se dé a conocer para finales del 2019, y que para  2020 ya se encuentre en servicio dentro de la Armada rusa.

Status-6 el creador de tsunamis

El torpedo Status-6 tiene capacidades que lo transforman en un arma altamente destructiva. La misma es capaz de provocar la destrucción simultánea contra varias  ciudades costeras gracias a su carga nuclear de 100 megatones de potencia.

Cuando el Status-6 localiza a su objetivo, el mismo se posiciona en las profundidades del agua a esperar la confirmación, antes de hacer detonar la carga nuclear. Los especialistas especulan que la potencia de la carga sería similar o incluso el doble que la bomba Zar.

A su vez, Status-6 puede incorporar cobalto-60 dentro de la carga. El cobalto-60 es un elemento altamente radioactivo que, de ser liberado, genera una contaminación tal que deja inhabitable el área por hasta 100 años, imposibilitando la vida.

De esta forma, al detonar, el Status-6  crea olas radioactivas de entre 100 hasta 500 metros de altura ocasionando el efecto de un tsunami, y así lograr la destrucción física de ciudades costeras, pero también,  logra  llevar más lejos la contaminación radioactiva, que de otra manera solo se limitaría al mar.

La amenaza para occidente

Estados Unidos teme que no pueda contrarrestar los efectos, ni detener al Status-6 con la tecnología que hoy poseen. Asimismo se encuentran evaluando la posibilidad de que las megas ciudades como Washington, Nueva York y Boston puedan ser aniquiladas de un solo ataque si Rusia alguna vez se animase a jugar esa carta.

Bryan Clark plantea el problema de como interceptar a un torpedo de estas características siendo que, aunque el torpedo no alcance su objetivo, la ola destructiva que crearía sería catastrófica igualmente.

Clark, en su entrevista para varios medios explica que, Estados Unidos aún no ha desarrollado “buenas armas o tecnología para detener vehículos subacuáticos no tripulados”.  Clark, es ex militar y actual miembro del Centro de Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias, con base en Washington, dónde evalúan las repercusiones de dicha arma.

Thomas Callender, submarinista retirado de la Marina estadounidense y actual investigador senior para programas de defensa en la Fundación Heritage, también hizo declaraciones al respecto de la letal arma y dijo que “si asumimos que esta es una capacidad real” – la del torpedo Status-6 -, entonces, “teniendo en cuenta su velocidad máxima y la profundidad a la que llega, este sería un objetivo difícil de matar con las armas actuales”.

Y es que Estados Unidos, si bien posee tecnología de punta con sistema de defensa antimisiles que pueden neutralizar cualquier amenaza desde el aire, aunque esta sea lanzada desde un submarino, no posee ningún dispositivo o sistema capaz de contrarrestar un arma submarina no tripulada como el Status-6.

Sin embargo, no existen dudas de que el Pentágono se pondrá en marcha para desarrollar su propia arma letal con características similares e incluso un sistema para combatirlo.

Por su parte, se cree que el torpedo termonuclear Status-6, utilizará como plataforma principal de lanzamiento, al nuevo submarino Khabarovsk.

Todavía quedan muchos enigmas respecto del Status-6, e incluso hay quienes tienen dudas respecto de las alegadas capacidades del torpedo submarino. Sin embargo, dada la naturaleza del arma, se entiende que la misma solo sería usada en situaciones de extremo  conflicto y como último recurso.

Pero, sin lugar a dudas, de ser mostrado oficialmente un prototipo,  se dará comienzo a la carrera por desarrollar una mejorada versión occidental del torpedo submarino e incluso un sistema que pueda darle muerte al Status-6, todo suponiendo que no haya iniciado ya.

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1 COMENTARIO

  1. Interesante nota , demuestra el ingenio ruso que se reinventa en nuevas tacticas y armas para mantener el equilibrio de poder frente a los yanquees , pero Ojala NUNCA deba ser usada !

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