La imagen del Almirante Miguel Grau, héroe naval peruano, la impactó cuando visitó la Escuela Naval del Perú, en el distrito de La Punta, una península de la provincia del Callao. Aún estaba en el colegio, soñaba con enrolarse en la Marina de Guerra del Perú (MGP).
Le había pedido a su madre que la llevara a conocer las instalaciones y averiguar si podría cumplir con su objetivo. Era 1998, el año en el que la institución armada abrió sus puertas a las mujeres.
“Me preparé un año y en diciembre empecé a juntar mis papeles para postular. En enero [de 1999] ingresé. Fue a punto de esfuerzo, estudio y disciplina”, dijo a Diálogo la Capitán de Corbeta de la MGP Casandra Silva Gurrionero. Su empeño dio resultado.
El 3 de enero de 2018 la Cap. de Corb. Silva asumió el cargo de comandante de la patrullera marítima BAP Río Cañete, convirtiéndose en la primera oficial femenina peruana en dirigir las operaciones a bordo de una unidad guardacostas. Comandará la unidad hasta finales de junio de 2019.
Para la Cap. de Corb. Silva la evolución de la MGP respecto al ingreso de mujeres ha sido óptimo. Nunca sintió que recibía un trato diferente; al contrario, su paso por la Escuela Naval y su experiencia como oficial fueron momentos preciados. “La MGP ha tenido un papel importante al llevar a las mujeres, encaminarlas, hasta ser, como en mi caso, comandante de una unidad”, aseguró.
Líder e inspiración
El BAP Río Cañete cuenta con 30 tripulantes, de los cuales solo dos son mujeres. A la comandante la acompaña la Teniente Segundo de la MGP Norma Maldonado, encargada del Departamento de Logística, quien reconoce la importancia de tener a una mujer como líder.
“Este paso que está dando la comandante nos abre muchas puertas porque sé que voy a poder llegar al mismo nivel al que está llegando ella”, dijo a Diálogo la Tte. 2.º Maldonado. “Me conviene demasiado poder estar con ella para seguir aprendiendo de lo que está haciendo”.
Por su parte, el Teniente Primero de la MGP Roberto Yokota, segundo comandante del BAP Río Cañete, destacó las capacidades de su jefa. “Se está desempeñando muy bien, ejerciendo comando y enseñando a los oficiales menos antiguos con su experiencia en navegación. La tiene muy en claro”, aseguró. “El caso de la comandante Silva es emblemático para la MGP. Mi impresión es que en la actualidad la mujer puede desempeñar cualquier cargo al igual que el hombre, tanto en la vida civil como militar”.
Área de operaciones
El BAP Río Cañete, una variante de la clase Taeguk de diseño surcoreano, cuenta con 55,3 metros de eslora y 8,5 metros de manga. Tiene un desplazamiento de 500 toneladas y puede alcanzar una velocidad de 22 nudos.
Con puerto de amarre en la base naval del Callao, el buque cubre un área de operaciones que comprende las aguas desde Tumbes, fronterizo con Ecuador, hacia Tacna, por el sur. Las desconcentraciones de la unidad son por periodos de tres meses, de acuerdo a la necesidad.
“Brindamos la seguridad de la vida humana en el mar, protección del medio ambiente, la represión de actividades ilícitas, como el contrabando, la trata de personas, el tráfico de armas, de combustible”, explicó la Cap. de Corb. Silva. “Hacemos intervenciones a las unidades pesqueras, ver si cuentan con los documentos en regla, si cumplen con lo establecido por la autoridad marítima, y también hacemos operativos con el Ministerio de la Producción, que fiscaliza y regula las actividades junto con nosotros”.
En menos de dos meses de comando la Cap. de Corb. Silva demostró sus competencias a través de varias intervenciones exitosas. Una de ellas fue el rescate de cinco personas de una embarcación que se encontraba varada a 70 millas náuticas (casi 130 kilómetros) de la costa, por la región de Supe, un puerto al norte de Lima.
Apoyo de la tripulación
Para poder lograr sus tareas la flamante comandante se apoya en su tripulación con la cual dice sentirse respaldada. “Para que un oficial esté comandando tiene que tener una base fuerte de su personal”, confesó. “La gente está muy comprometida”.
Si bien las tareas de navegación bajo la nueva comandante recién comenzaron, según el Tte. 1.º Yokota, el personal aprueba de su nombramiento y tiene muy buena impresión de sus dotes de liderazgo. “El personal ha percibido que la comandante ha tomado muy buenas decisiones y no duda en cumplir sus órdenes”, aseguró.
La Cap. de Corb. Silva disfruta mucho de la autonomía que le brinda comandar un buque guardacostas, y sigue aspirando a más en su carrera militar. “Si continúo, espero llegar a ser almirante, pero todavía falta”, reconoció.
Por todo ello, no duda en darles un mensaje a las mujeres que tengan interés en sumarse a la MGP. “Postulen, cumplan sus objetivos, salgan adelante”, concluyó la comandante. “La MGP es una linda profesión y a la larga te da grandes recompensas. Asumes más cargos, pero con mayor satisfacción”.