La compañía estadounidense que repara los tanques M1A1 Abrams fabricados en Estados Unidos, ha sacado a gran parte de su gente de Iraq después de que al menos nueve de los vehículos blindados terminaron en manos de las milicias pro Irán. Ahora, muchos de los tanques iraquíes están inmovilizados por falta de mantenimiento, lo que puede poner en peligro la actual campaña del país contra los militantes del Estado Islámico.
Mientras que el Estado Islámico se ha retirado de grandes franjas de Iraq, que alguna vez controló, grupos de militantes móviles continúan realizando ataques contra las tropas iraquíes y sus aliados. Según los informes, un ataque del Estado Islámico cerca de la ciudad de Hawija a mediados de febrero causó la muerte de 27 milicianos que luchaban por Bagdad.
Iraq compró 140 de las M1A1 Abram de 63 toneladas por 2 mil millones de dólares a partir de 2008 para equipar de nuevo algunas unidades blindadas que anteriormente operaban vehículos fabricados por la Unión Soviética; muchas de las cuales la coalición liderada por Estados Unidos, destruyó cuando invadió Iraq en 2003.
Como parte de la venta de tanques, el Pentágono negoció un acuerdo mediante el cual los trabajadores de General Dynamics Land Systems con sede en Michigan, que fabrica el Abrams, mantendrían los tanques iraquíes, repararían los daños de la batalla y entrenarían a los mecánicos iraquíes para reparar los vehículos ellos mismos. El ejército de EEUU pagó a General Dynamics 320 millones de dólares por el trabajo a partir de 2012.
Luego, a fines de diciembre de 2017, la mayoría de los contratistas de General Dynamics abandonaron abruptamente Iraq. “Fuimos informados que [el gobierno de EEUU] cerró el programa hasta el momento en que nos devuelvan los pocos M1A1 que quedaron”, dijo un contratista a Foreign Policy con la condición de que no imprimieran su nombre, ya que no está autorizados a hablar con la prensa.
Ahora, decenas de M1A1 iraquíes “no están listos para la batalla”, agregó el contratista. Eso representa una reducción importante en el poder de fuego del ejército iraquí.
El contratista expresó orgullo por su trabajo en Iraq. Dijo que su equipo reconstruyó la mayoría de los 140 M1A1 de Iraq, y que reparó un tanque “explotado” en solo 20 minutos y lo envió de regreso a la batalla.
El contratista dijo que el ejército iraquí no puede mantener los tanques sin ayuda estadounidense, y ahora hasta la mitad de los M1A1 iraquíes esperan reparaciones.