El pasado domingo 18 de marzo, un avión no tripulado estratégico estadounidense RQ-4B Global Hawk pasó varias horas volando a lo largo de la línea de demarcación en Donbas y se acercó a la frontera rusa varias veces. La información fue brindada por el medio Interfax-Ukraine.
Después de despegar en la Estación Aérea Naval Sigonella en Italia, el avión no tripulado estadounidense pasó 11 horas volando a lo largo de la línea de demarcación entre Ucrania y las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk (DPR y LPR), permaneciendo en el espacio aéreo controlado por Ucrania.
En al menos siete ocasiones durante el vuelo, el avión se situó a 40-55 km de las provincias rusas de Belgorod, Voronezh y Rostov, que limitan con la provincia de Luhansk en Ucrania.
Con su radio de observación de 200 km, el RQ-4B Global Hawk podría haber observado la totalidad del DPR y el LPR, así como una gran área de las provincias rusas limítrofes.
El RQ-4B es el drone de reconocimiento más grande del mundo, equipado con una cámara de alta resolución, un sensor de infrarrojos y un radar para rastrear objetos en movimiento.
Cuando se encuentra a gran altura, la aeronave puede inspeccionar áreas extensas y fijar objetivos específicos, transmitiendo datos de reconocimiento en tiempo real a través de canales de comunicación por satélite.
El Global Hawk tiene una masa de despegue de 15 toneladas y una envergadura de aproximadamente 40 metros. Puede patrullar durante 30 horas a una altitud de hasta 18.000 metros. Su costo se estima en 140 millones de dólares, y una hora de tiempo de vuelo cuesta más de 31.000 dólares.
Desde principios de 2018, el drone de la Fuerza Aérea de EEUU se utilizó regularmente para realizar vuelos de reconocimiento cerca del DPR y LPR, así como de las fronteras rusas en la región del Báltico y en el Mar Negro.
El 11 de marzo, el RQ-4B también había realizado un vuelo de reconocimiento a lo largo de la línea de demarcación en Donbas y en las costas de Crimea y Krasnodar Krai de Rusia.