La Academia Federal de Política de Seguridad alemana ha analizado las capacidades del ejército ruso con el objetivo de conocer a fondo dichas capacidades y evaluar las posibilidades de una amenaza real.
Según la Deutche Welle, tras el envenenamiento del ex coronel de GRU Sergei Skripal en el Reino Unido, Alemania comenzó a hablar de “la amenaza de una guerra real, no de una guerra fría”.
De todas las nuevas armas estratégicas exhibidas por el presidente ruso Vladimir Putin, Berlin cree que el misil balístico intercontinental RS-28 Sarmat es el único elemento que realmente existe en la actualidad. El misil puede llevar de 10 a 24 ojivas nucleares, y pretende ser una mejora del modelo R-36M. Tiene un alcance de 11.000 kilómetros, lo que le permitiría llegar a territorio estadounidense.
Todas las otras armas presentadas por Putin, creen los expertos, que aún se encuentran “en el tablero”, es decir en etapa de diseño o boceto.
Con respecto al equipamiento militar, se supone que el tanque T14 Armata se convertirá en el principal vehículo de combate de Rusia. Sin embargo, hay planes para producir solo 120 de los tanques, que serán suficientes para dos batallones como máximo.
Para la Armada de Rusia “la situación no es mucho mejor”, dicen los expertos. De los ocho submarinos estratégicos clase Borei, solo tres se encuentran actualmente en construcción. Los nuevos submarinos de la clase Husky solo comenzarán a reemplazar los modelos soviéticos en 2025.
El transportador de helicópteros, que Rusia producirá tras la interrupción del acuerdo Mistral francés, se unirá a la flota no antes de 2026, y la fragata Almirante Gorshkov comenzará a someterse a pruebas recién este año.
Después de las elecciones, Putin anunció una reducción en el gasto en defensa, y en los próximos años crecerá en un máximo de 26-36%, según observan los expertos alemanes.