Corea del Sur recibió el primero de sus aviones caza F-35A para ampliar las capacidades de defensa del país frente a las amenazas que representa Corea del Norte.
En una ceremonia de lanzamiento llevada a cabo el miércoles, Corea del Sur y los Estados Unidos, mostraron el avión en la línea de ensamblaje de Lockheed Martin en Texas.
Seúl compró cuarenta de estos aviones de quinta generación en 2014, en un acuerdo que le costó 7 mil millones de dólares.
El F-35A es el primer avión caza de Corea del Sur capaz de evadir la detección de radar, y se espera que desempeñe un papel fundamental en el sistema Kill Chain del país. El programa Kill Chain tiene como objetivo lanzar ataques preventivos contra Corea del Norte al detectar un inminente ataque con misiles.
El avión caza F-35A podría fácilmente infiltrarse en la elaborada red de defensa aérea de Corea del Norte y atacar los emplazamientos de lanzamiento de misiles, las fábricas, así como también, la residencia de Kim Jong Un, si así lo desearan.
Con la velocidad máxima de Mach 1.8 y un alcance de vuelo de 2.220 km, el avión puede transportar hasta ocho toneladas de misiles y bombas guiadas de precisión. También puede alterar las señales de radar de Corea del Norte mediante la recopilación de información de frecuencia.
El avión F-35A se utilizará para entrenar a los pilotos y al personal de mantenimiento de Corea del Sur en la Base de la Fuerza Aérea de Luke en Arizona antes de ser entregado a la Base Aérea Cheongju en Corea del Sur en la primera mitad de 2019.
El resto de los aviones se entregarán en los próximos tres o cuatro años, aproximadamente para el 2021.
