El pasado sábado, la ciudad siria de Duma, sufrió un ataque con agentes químicos que desencadeno en la muerte de decenas de personas. Como consecuencia de ello, varios países hicieron público su repudio condenando el ataque.
La noticia, que se propago rápidamente por los medios, volvió a generar tensión en las relaciones bilaterales entre Washington y Moscú, disparando acusaciones y amenazas entre ambos mandatarios.
El ataque parecería provenir bajo la orden del mismo gobierno sirio; y de su tan polémico líder Bashar al-Ásad, gran aliado en Oriente Medio de Rusia. Grupos de la oposición armada y ONG relacionadas incriminan a las tropas gubernamentales de haber arrojado un barril con gas cloro sobre la ciudad de Duma, pero Damasco niega las acusaciones y Moscú sostiene que el ataque es parte de un montaje para justificar una mayor injerencia en Siria por parte del Ejército estadounidense.
El suceso coincide con las recientes declaraciones del presidente Trump en su intensión de retirar definitivamente las tropas de Siria. Declaración que produjo malestar en el Departamento de Estado, la CIA y el Pentágono.
Ante las acusaciones, varios países de la Unión Europea e incluso Estados Unidos procedieron a la expulsión de embajadores rusos de sus territorios soberanos, generando una de las crisis diplomáticas más fuertes desde la Guerra Fría.
Sin embargo, a pesar de las fuertes denuncias, la investigación aún no arroja resultados concluyentes, o al menos eso mismo han determinado varios países ante la reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU que ese llevo a cabo el pasado 9 de abril, negando que se justifique una intervención miliar estadounidense con su coalición de aliados en Siria, puesto que la misma supondría una escalada de conflicto con repercusiones catastróficas para la población siria y la región en general.
El Presidente Donald Trump prometió responder con una decisión clara sobre una posible acción militar en Siria en un plazo máximo de 48 horas (lo anunció el 9 de abril). El día de la fecha, Trump instó a Rusia a que se preparé para el ataque contra Siria, anunciando la llegada de misiles “bonitos, nuevos e inteligente”, a lo cual Putin respondió que ojala imperase el sentido común en las relaciones internacionales. “La situación en el mundo se está volviendo cada vez más caótica. Con todo, esperemos que al fin y al cabo impere el sentido común y las relaciones internacionales entren en un cauce constructivo”[1], dijo Putin.
Recursos de guerra
En los últimos días varios medios han notado la movilización de recursos militares estadounidenses que se dirigen hacía el Mar Mediterráneo.
Entre los destacados se figuran el submarino de misiles guiados USS Georgia de la Armada de los EEUU cambió que transporta 154 misiles crucero Tomahawk.
El destructor USS Laboon, habría cruzado el Suez y se encentraría ya en el Mar Rojo, como también el buque de asalto anfibio USS Iwo Jima. También el USS Donald Cook que arribó a Chipre el 5 de abril. El USS Georgia (SSGN-729), USS Carney (DDG-64) y el submarino de la clase Virginia USS John Warner se encuentran actualmente en el Mediterráneo.
También se informó que el Boeing E-4 Nightwatch despegó de una base aérea de Estados Unidos esta mañana y se lo vio volando sobre la costa este.
Al Boeing E-4 Nightwatch se lo conoce como el “avión del Día del Juicio” tiene como objetivo proteger a las autoridades del país en caso de un ataque nuclear. Dicho avión puede pasar hasta una semana en vuelo, siendo abastecida regularmente, con equipamiento abordo diseñado para proteger a su tripulación de los efectos de la explosión atómica.
Por su parte, Rusia ya ha puesto los sistemas antimisiles S-400, y los mismos se encuentran en estado de alerta. Además de montar constante vigilancia desde sus caza Su-24 a los buques desplegados en el Mediterráneo. Y también se advierte la presencia de dos aviones antisubmarinos Il-38 rusos patrullando la costa siria.
Además no hay que olvidar las seis armas invencibles que el mismo Putin anunció ante la Asamblea Federal antes de ser re electo en su cargo de Presidente.
Entre ellas, el temeroso misil balístico intercontinental Sarmat, el torpedo de alcance intercontinental con propulsión nuclear Status-6, o incluso la bomba planeadora inteligente Torpedo. Armas que Putin alegó serían utilizadas ante la amenaza de ataque nuclear contra Rusia o sus aliados.
Sin embargo las amenazas de Trump sobre un inminente ataque sobre el aliado ruso, indicaría que ambos países podrían verse envueltos en un conflicto bélico nunca antes visto, con consecuencias devastadoras para el pueblo Sirio.
Cabe destacar la propuesta de Rusia de enviar expertos de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) para investigar lo sucedido, sin embargo, el máximo órgano de la ONU no lo aprobó debido a la negativa de Estados Unidos y otros países a aceptar el envió de dichos expertos de la OPAQ a la zona en cuestión.
Rusia espera agotar la vía diplomática mientras que Trump persigue una intervención militar en Siria. Por el momento, se ha convocado para este jueves a una nueva reunión de emergencia en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, esta vez a puertas cerradas.
[1] Cita extraída del diario El comercio.
Otra vez, 50 años de guerra fria, de no saber si te levantas a la mañana con la noticia de que E.U y Rusia se llenaron de bombazos atomicos y estallaron conflictos en todo el globo, que colapso la economia mundial? Que bien los seres humanos, siempre hacia adelante eh..