Tras los últimos informes de los medios que indicaban que revisaría la iniciativa, el ministro de Defensa, Ryamizard Ryacudu, confirmó la posición de Yakarta en una entrevista televisiva.
No obstante, Ryacudu cree que Yakarta debería permanecer en el programa dado el dinero que ya ha invertido.
Agregó que el contrato de desarrollo para el avión, firmado entre KAI e Indonesian Aerospace a principios de 2016, de alguna manera era “incompleto”, aunque no proporcionó detalles.
Indonesian Aerospace se negó a comentar sobre la revisión.
Una fuente de la industria dice que KAI no está seguro de cómo se desarrollarán las cosas. Yakarta ya ha invertido $ 200 millones de dólares en el K-FX, pero recientemente omitió hacer un pago de $ 100 millones.
Una parte de estos fondos tenía por objeto pagarles a los investigadores indonesios en la planta de KAI en Sacheon.
En 2016, Yakarta se comprometió a pagar $ 1.6 mil millones para los costos de desarrollo del caza, alrededor del 20% de los costos totales de desarrollo estimados de $ 8.5 mil millones.
La fuente agrega que la opinión predominante es que Yakarta está utilizando al K-FX para obtener más concesiones de Seúl, como un pedido de aeronaves de patrulla marítima CN-235 adicionales. El tema probablemente sea un problema cuando el presidente de Indonesia, Joko Widodo, visite Corea del Sur en julio.
Flight Fleets Analyzer muestra que la guardia costera de Corea del Sur tiene cuatro aviones CN-235 en servicio, todos los cuales fueron producidos por Indonesian Aerospace en Bandung, donde produce el avion de Airbus Defence & Space bajo licencia. La edad promedio de estos activos es de 6.6 años, y Seúl tiene opciones para dos unidades adicionales.
La fuente restó importancia a informes recientes que sugieren que Estados Unidos está preocupado por el intercambio de tecnologías sensibles con Indonesia. Lockheed Martin, como parte de las compensaciones asociadas con la orden de Seúl de 40 cazas F-35A, está ayudando con el desarrollo del K-FX.
“Las licencias de exportación son una preocupación secundaria, porque Corea del Sur está desarrollando algunas de estas tecnologías por sí misma”, dice.
El señala que la compañía local Hanhwa Systems está desarrollando el radar activo de exploración escaneada electrónicamente (AESA) de la aeronave, un proyecto en el cual la firma israelí Elta está proporcionando asistencia.
En 2015, el programa K-FX sufrió un gran revés cuando se supo que los EE. UU. no estaban dispuestos a otorgar licencias de exportación para cuatro tecnologías principales de cazas: radares AESA, búsqueda y seguimiento por infrarrojos (IRST), dispositivos de seguimiento de objetivos electroópticos y bloqueadores (jammers).
El peor escenario para KAI es una retirada completa de Indonesia. Si se produjera esta eventualidad, que se considera improbable, KAI tendría que recuperar la parte del presupuesto de desarrollo de Indonesia o encontrar otro socio internacional.
El programa K-FX prevé 120 aviones bimotores para ser entregados a la Fuerza Aérea de Corea del Sur, y 80 para Indonesia.
Es probable que los ejemplos de Corea del Sur e Indonesia sean diferentes. Previamente, los funcionarios han dicho que una configuración de Bloque I sin revestimientos furtivos y la capacidad de portar armas internamente irá a Indonesia. Corea del Sur tendrá un avión bloque II, con revestimientos furtivos y compartimentos para armas.
Esta es una fuente de preocupación para KAI. El desarrollo de dos variantes principales del caza aumentaría los costos y la complejidad.
El K-FX será impulsado por dos motores General Electric F414. Además de los motores, el sistema de armas tendrá un grado significativo de contenido extranjero.
En febrero, UTC Aerospace Systems anunció que proporcionará el sistema de control ambiental del jet, que incluye aire acondicionado, control de purga de aire y presurización de cabina y refrigeración líquida. También suministrará al K-FX con arrancadores de turbina de aire y válvulas de control de flujo.
Además, Cobham proporcionará el equipo de lanzamiento y liberación de armas del caza, mientras que Meggitt equipará la nariz y las ruedas principales del avión, los frenos de carbono y el sistema de control de frenos.
La fase de diseño detallado para el avion bimotor durara hasta fines de 2019, momento en el que comenzará la producción de prototipos. Se planea un primer vuelo a mediados de 2022, con pruebas y evaluaciones hasta el 2026.