El caza TAI TF-X actualmente está conceptualizado con un diseño que se asemeja un poco a un F-22 con sus empenajes de cola inclinadas. Las iteraciones anteriores del concepto TF-X desarrollado con la firma sueca Saab preveían una familia de aviones mono y bimotores.

En enero de 2017, la primera ministra británica Theresa May y el presidente turco Tayyip Erdogan firmaron públicamente un contrato de £ 100 millones (US$ 137 millones) para que BAE Systems asesore y ayude a Turkish Aerospace Industries (TAI) en el desarrollo del TF-X (Turkish Fighter Experimental), probablemente seguido de otros contratos. Luego, en febrero de 2018, Ankara anunció que había comprometido el equivalente de US$ 1.2 mil millones y más de 3.200 empleados de tiempo completo para el desarrollo del T-X.

TAI dio a conocer las especificaciones en 2017 indicando que la aeronave medirá 17 metros de largo, tendrá una envergadura de 12 metros y un peso máximo de despegue superior a 30 toneladas (los MTOW del F-35 y F-22 son 35 y 41,5 toneladas respectivamente). En cuanto a rendimiento, el TF-X está destinado a tener una velocidad máxima de dos veces la velocidad del sonido, un techo de servicio de 55.000 pies (16.764 mts) y un alcance que se acerca a 700 millas (1.127 km), las dos características anteriores excediendo a las del F-35.

Además, la empresa turca ASELSAN ha sido subcontratada y está trabajando en un radar AESA local de nitruro de galio. Los radares AESA son lo último en sensores aéreos, ya que cuentan con una alta resolución y una baja probabilidad de interceptación por parte de radares hostiles. ASELSAN ya fabrica una variedad de aviónica defensiva, por lo que se especula que también puede contribuir al TF-X con bloqueadores de frecuencia digital y otros componentes como los receptores de advertencia de radar.

El TF-X también contará con una avanzada cabina dotada de pantallas MFD con interfaz de voz y enlace de datos para que controle hasta dos drones amigos IAI Anka, que pueden desarrollarse para disparar misiles aire-superficie o aire-aire. Esto podría permitir tácticas en las que el caza furtivo acecha a objetivos a larga distancia, donde es menos probable que se detecte, luego despacha los drones para liberar armas a un alcance más corto sin exponer el vehículo de comando a represalias.

Además, Turquía espera que el TF-X atraiga pedidos de exportación. Por ejemplo, en 2016 se reveló que Turquía había invitado formalmente a Pakistán a participar el programa y contribuir con algunos de sus propios expertos en el diseño. Si el programa TF-X es exitoso, Pakistán -que eventualmente necesitará reemplazar sus F-16- podría estar interesado naturalmente en adquirir aviones furtivos para obtener una ventaja cualitativa sobre la Fuerza Aérea de la India. Por otra parte, dependiendo de cómo le vaya al proyecto TF-X, Pakistán también tendrá otra opción en el caza furtivo chino J-31 Gyrehawk, orientado a la exportación.

 

Intriga Sobre el Turbofan Turco

El motor turbofan de alto rendimiento sigue siendo uno de los mayores obstáculos técnicos para construir un caza a reacción exitoso. Las especificaciones de TAI requieren dos motores con al menos 20.000 libras (9.071 Kg) de empuje.

En 2015, Turquía firmó un memorando de entendimiento sugiriendo que podría seleccionar el Eurojet EJ200, el motor utilizado por el Eurofighter Typhoon. Según se informa, habrían adquirido una versión mejorada para producir 27.000 libras (12.250 Kg) de empuje e incorporar la capacidad de vector de empuje, una tecnología en la que las toberas de escape del jet pueden cambiar su ángulo para permitir maniobras ajustadas. El deseo de tener motores tan potentes sugiere que Turquía quiere que el TF-X sea capaz de velocidad supercero o mantener velocidades supersónicas sin recurrir a la post-combustión que consume mucho combustible.

Sin embargo, en diciembre de 2017 Eurojet se retiró de la oferta TF-X. Según se informa, el consorcio europeo se opuso a las cambiantes demandas de Turquía para transferir tecnología, que Turquía podría utilizar para desarrollar su propio motor a reacción. También hubo algunas especulaciones de que la retirada se debió a la renuencia alemana a autorizar el programa a la luz de los recientes eventos políticos, eventos que también condujeron al la cancelación de una actualización de los tanques turcos Leopard 2 .

Por estas razones, TAI actualmente está considerando algunas otras ofertas. Una es una empresa conjunta del 49 al 51 por ciento entre Rolls Royce y el Grupo Turco Kale. Rolls Royce desarrolló el motor XG-40 en el que se basa el EJ-200; sin embargo, sigue habiendo dudas sobre el alcance de la transferencia de tecnología solicitada por Turquía. Otra ruta es que Tusas Engine Industries (TEI), que fabrica bajo licencia los motores F110 utilizados en los F-16, desarrolle sus propios turbofans.

Fuente de las Fotos: TAI TF 

Publicidad

Dejá una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.