Durante el dia de ayer, 4 aviones de combate F-35B arribaron a la base RAF Marham en Norfolk haciendo un recorrido de mas de 3000 millas a través del Atlántico y desde una base del Cuerpo de Marines de los EE.UU. en Carolina del Sur.
Estos aviones, que han implicado un desembolso de unos 92 millones de libras cada uno, conformarán una fuerza moderna integrada por un total de 138 unidades en total.
Los 4 primeros formarán parte del escuadrón 617 recientemente reformado y apodado The Dambusters, nombre legendario en la Royal Air Force por aquel escuadrón encargado de destruir represas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial.
La llegada de estos primeros 4 aviones representarán un cambio importante tanto para la Royal Air Force como para la Royal Navy. Los aviones serán tripulados por ambas fuerzas y representaran el regreso del Reino Unido a las operaciones de proyección de poder aéreo y marítimo.
Este tipo de aeronave implicará a su vez el uso por parte de las fuerzas británicas de una aeronave furtiva, con gran capacidad de supervivencia y poder de fuego que podrá operar en el novísimo portaaviones HMS Queen Elizabeth.
El cambio revolucionario en cuanto a este tipo de incorporaciones, romperá con diversas cuestiones que se han venido barajando sobre el estado de las fuerzas armadas británicas: tras largos y fuertes recortes su instrumento militar comienza a ser dotado de armamento moderno y en grandes cantidades. Por otro lado implica la ruptura de la burla a la Royal Navy sobre poseer un buque de proyección tan moderno y costoso sin aeronaves embarcadas.