La noticia de la venta del HMS Ocean a Brasil vuelve a poner en debate el equilibrio de fuerzas que existe en Sudamérica haciendo especial énfasis en las capacidades de proyección de fuerzas a través de medios navales.
Brasil se encuentra siendo un jugador global. O por lo menos pretende hacerlo. El espíritu de su Livro Branco se materializa e instrumenta en medios para poder llevar a cabo su misión y cumplir su anhelo geopolítico de posicionamiento hemisférico, poniendo su foco en la presencia y control del Atlántico Sur.
Claro está, los medios a los que apela implican un desembolso de recursos sumamente importantes y el caso del ex HMS Ocean lo valida. Unos 113 millones de dólares le ha costado a las arcas brasileras hacerse con un buque planificado y producido con la intención de convertirse en un vector de proyección de fuerza naval, marcando así un nuevo punto de inflexión en la estructuración de su flota.
Si bien la incorporación de este tipo de buques en las marinas de la región no es una novedad, ya que al día de hoy tanto Brasil, como Chile, Perú disponen de medios parecidos y otros países como Colombia y la propia Argentina pretenden hacerse con sistemas de esta envergadura, si logra llamar la atención las cualidades del LPD transferido al gigante sudamericano, que con sus 20 mil toneladas pateará el tablero en cuanto a capacidades en el continente.
Pese a los numerosos eufemismos para llamarlos de otra forma, entre buques multipropósito o buques de apoyo a la comunidad, los LPD han sido concebidos desde un principio como buques con naturaleza proyectiva para realizar asaltos anfibios, embarcando aeronaves, blindados y tropa con el objetivo de lograr vectorizar ofensivamente el poder militar de un estado por sobre un eventual contrincante. Si bien su utilización puede apoyar colateralmente tareas de apoyo o de soporte logístico ante situaciones domésticas, el ethos militar de un buque de estas características, y ya en disposición en 3 países del continente, es el de la proyección de fuerza.
A razón de esto resulta necesario hacer un breve análisis de la situación actual regional en cuanto a sistemas navales con estas capacidades y determinar en que lugar se encuentra la Argentina frente a sus vecinos sudamericanos.
Brasil
Sin dudas un cambio del juego en la región. El ex HMS Ocean, ahora PHM Atlantico, se sumará pronto a la orgánica naval brasilera como segundo buque de proyección y dotando al país del buque militar de mayor tonelaje de la región.
Tras la desactivación del NAe Sao Paulo, el PHM Atlantico será su nuevo buque capital para mantener activas sus operaciones aeronavales en el ámbito del Atlántico Sur.
Con un desplazamiento de mas de 20 mil toneladas y una cubierta de alrededor de 200 metros, este buque veterano de los despliegues ingleses en Sierra Leona, Irak y Libia tiene una capacidad ofensiva superlativa pudiendo transportar entre 40 vehículos, un millar de soldados y desplegar hasta 18 helicópteros.
Adquirido en agosto del 2015, el ex bandera francesa TCD Siroco, paso a servir a la Marina Brasilera bajo el nombre Bahia (G-40).
Este buque posee un desplazamiento de 11.300 toneladas, pudiendo transportar hasta medio millar de hombres, 22 tanques o 44 vehículos de combate de infantería, ademas de tener hangar para alojar unos 4 helicópteros EC-725.
Con ambos sistemas Brasil contará con la marina mas capaz para desarrollar acciones navales de proyección de poder en la región.
Chile
Ofrecido originalmente a la Argentina en dos oportunidades, finalmente este buque gemelo del Siroco paso a manos chilenas en el año 2011 tras el desembolso de unos 80 millones de dolares.
Bautizado Sargento Aldea (LSDH-91) este buque con capacidades de proyección de fuerza ha sido el primero del tipo en izar una bandera de un país sudamericano con costa en el Pacifico.
Planificado para su utilización con la Brigada Anfibia Expedicionaria chilena, brinda un excelente soporte para operaciones de maniobra en conjunto con los FV101 y los AS332 Super Puma de la Armada de Chile.
Perú
Con un LPD ya finalizado, el BAP Pisco, Perú se convierte en otro de los países de la región en disponer de capacidades de operaciones de guerra anfibia con apoyo aéreo embarcado.
Este buque clase Makassar, diseñado por la compañía surcoreana Daesun Shipbuilding & Engineering, dispone capacidad para transportar 400 soldados y 13 vehículos de infantería, ademas de poder llevar en su hangar hasta 2 helicópteros pesados.
Lo destacado de la incorporación de este buque es que Perú ha decidido realizar la construcción de este buque en astilleros propios (SIMA Perú) logrando un contrato por un total de dos unidades.
Tanto el BAP Pisco como su futuro gemelo seran los primeros buques de proyección estratégica construidos en Sudamérica y dotaran al país de capacidades para desplegar rápida y eficazmente infantes de marina en un radio de 14 mil millas.
Colombia
Colombia resulta un caso especial en función de su reciente cambio de doctrina de su instrumento militar para adaptarse a lo que han denominado “postconlicto” luego de las crisis intestinas con elementos irregulares.
Las Fuerzas Armadas colombianas han comenzado a repensar el posicionamiento de sus fuerzas para acoplarlas a hipótesis claramente estatales. Su componente naval ha ido de la mano de este cambio de eje y ha comenzado a vislumbrar una estructura expedicionaria. Para esto avanzó en tratativas para hacerse con dos buques con capacidad para transportar unos 400 hombres y unos 13 vehículos blindados.
Ademas se encuentra avanzando en negociaciones para poder dotar a su Infantería de Marina de vehículos LAV II, lo que implicará un reforzamiento de una doctrina de despliegue y proyección de poder naval mas alla de sus fronteras.
Argentina
Con una gran tradición en operaciones embarcadas tras haber contado en su historia con dos portaaviones, la Argentina se encuentra al día de hoy con serias dudas en cuanto a la posibilidad de volver a contar con un buque de despliegue principal con capacidad de proyección.
Si bien la búsqueda de una plataforma de estas características se remonta ya a la baja del ARA 25 de Mayo durante la década del 90, la Armada Argentina no ha conseguido hacerse con fondos suficientes y apoyo político para fortalecer su capacidad naval.
Pese a los sucesivas menciones dentro de los últimos presupuestos anuales, ningún acuerdo o negociación se ha materializado en acciones concretas para que la marina se dote de un LPD.
Durante 2015 y 2016 el país consideró tanto opciones estadounidenses como una del Astillero Rio Santiago (ARS) y del conglomerado empresarial coreano Daewoo para construir un buque multiproposito con capacidad para operar como muelle de desembarco, plataforma de helicópteros, buque comando y hospital de alta complejidad. Mas allá del intercambio de palabras y la firma de memorandos, los LPD clase Makassar (similares a los LPD peruanos) no terminaron de salir de las buenas intenciones. Los fondos son escasos como para avanzar en acciones superadoras para la Armada Argentina.
A razón de esto el país al día de hoy se encuentra muy lejos de generar un equilibrio regional en cuanto a este tipo de capacidades ofensivas, que, es necesario repetir, ya se encuentran en servicio en países vecinos.
La incoporación de un LPD para la Armada Argentina continua siendo una materia pendiente de la Defensa Nacional, que, de no cambiar la situación presupuestaria y de planificación del instrumento militar, difícilmente cambie.
El Ocean es un LPH o un LHA, pero no es un LHD.
A mi humilde entender no necesitamos buques al estilo “HMS Ocean”. Creo que nos bastaría con un par de naves al estilo del “ARA CaboSan Antonio”, preferentemente construidos en astilleros nacionales, y con electrónica y autodefensa modernas. Quizá para complementar algún destructor de segunda mano totalmente remozado que sirva como transporte de tropas al estilo del “ARA Hercules”. Después de todo se trataría de ir a las Malvinas, y no de proyectar nuestra infantería del otro lado del mundo. Saludos a los distingudos lectores y por supuesto, al staff.
“Se trata de ir a las Malvinas” que comentario más fuera de la realidad…
Hola. Un detalle. Me parece que el buque militar más grande de la región no es el Ocean, sino el AO Montt, petrolero de flota clase Henry Kaiser de 42.000 toneladas, perteneciente a la ACh.
Si soñar es gratis, siempre estoy deseando que cualquier tipo de unidad militar sea diseñada y fabricada en nuestro pais, mas teniendo en cuenta todos los antecedentes que tenemos en nuestra historica industria militar. Desgraciadamente, no creo que en esta decada algun gobierno tenga en cuenta este punto tan importante.
Los leo siempre, un cordial saludo!
No veo otro lugar dónde tengamos interés en proyectar una fuerza expedicionaria Sr. Estratega. Por lo visto usted tiene otra opinión. Cordiales saludos.
Estimado Mariano, sin tan solo nuestra ARA, estuviese relegada regionalmente, seria un problema, pero no tan serio, estamos relegados en todo los aspectos militares.-
No pido, una carrera armamentística, solo recuperar la potencialidad perdida, acorde a este siglo, tal como hacen nuestros vecinos inmediatos, y linderos.-