Un J-15 se prepara para aterrizar en el portaaviones Liaoning, durante un ejercicio en April. Imagen cortesía de South China Morning Post.

China se encuentra invirtiendo vastos recursos en un programa de modernización de sus fuerzas navales por más de 15 años. Su compromiso en tal, que lo ha llevado a convertirse en una de las potencias navales más importantes de la región. Por consecuencia, China se ha transformado en la Armada asiática con mayor número de de naves dentro de su flota.

Es por ello que se ha encargado de modernizar sus naves más antiguas y las ha transformado en embarcaciones con mayores capacidades, equipándose con avanzadas armas. La meta de China es convertirse en una respetable potencia marítima y para ello, ha incurrido en la renovación y adquisición de nuevos portaaviones, fabricados enteramente en el país, con la promesa de transformar en realidad dicho anhelo.

Es así, que a su vez, el gigante asiático ha incurrido en el reemplazo de su avión caza, desarrollado por Shenyang Aircraft Corporation, el Shenyang J-15 Flying Shark, o simplemente, J-15.

El J-15 fue desarrollado en base a un prototipo del caza Sukhoi Su-33 de superioridad aérea bimotor de cuarta generación, bajo un diseño que ya lleva más de 30 años en el mercado.   

El J-15 es un avión caza diseñado para operar desde un portaaviones, con un peso máximo de despegue de 33 toneladas, siendo el avión caza activo más pesado del mundo, que se encuentra operando en el primer portaaviones de China, el Liaoning, un portaaviones que fue construido hace más de 25 años y es en realidad una embarcación soviética remodelada que China compró a Ucrania.

Como consecuencia de su programa de modernización naval, China ya ha desarrollado su nuevo portaaviones, Tipo 001A, lanzado en abril del 2017 de producción nacional al cual se espera se le incorpore una flota de nuevos aviones caza que ayudarían a mejorar la efectividad de combate de los nuevos portaaviones, en comparación con el J-15 embarcado en el Liaoning.

Imagen del portaaviones Liaoning durante los ejercicios “Yellow Sea”. Imagen cortesía de South China Morning Post.

El experto naval, Li Jie de Global Geopolitics dijo este año en una entrevista que le realizó el medio de noticias South China Morning Post que  “China necesita desarrollar el nuevo avión caza, ya que planea crear al menos cuatro grupos de portaaviones para cumplir sus ambiciones globales de la armada y defender sus crecientes intereses en el extranjero” (…) “Para mejorar la efectividad en combate de los grupos de ataque de portaaviones chinos, es necesario desarrollar un nuevo caza basado en portaaviones”.

Reemplazando al J-15

Como resultado de las nuevas ambiciones globales de China, el J-15 podría bien ser reemplazado por el caza furtivo FC-31.

El FC-31 es un caza Stealth de producción china de quinta generación, más pequeño y liviano que el J-15. Por otro lado, el teniente general Zhang Honghe, subdirector de la Fuerza Aérea del EPL , dijo que se estaba trabajando en el desarrollo de un “nuevo caza basado en portaaviones para reemplazar al J-15″.

También, detrás de la necesidad de reemplazar al caza J-15, se encuentra la serie de accidentes causadas por “fallas mecánicas” que han resultado en la muerte de un piloto y al menos cuatro accidentes en los últimos años. Así, una fuente que prefirió  permanecer en anonimato, declaró al Post que el “J-15 es un avión problemático: su sistema de control de vuelo inestable fue el factor clave detrás de los dos accidentes fatales hace dos años”. Y a los expertos les ha llamado la atención el número significativo de accidentes que ha habido en los aviones caza de fabricación nacional en comparación con otros aviones caza desarrollados, por ejemplo en occidente.  

Por otro lado, China se encuentra trabajando en un nuevo portaaviones denominado Tipo 002 que utilizará un sistema de lanzamiento electromagnético que permitirá un menor desgaste para los aviones, y como consecuencia, permitirá el lanzamiento de una mayor cantidad de aviones en menor tiempo, en comparación con los sistemas de salto de esquí que son utilizados en el portaaviones  Liaoning y el Tipo 001A, aún en etapa de pruebas de mar.

Asimismo, especialistas chinos han afirmado que la construcción y el desarrollo de portaaviones de fabricación china no se detendrá, con lo cual se cree que habrá un tercer portaaviones de propulsión convencional con catapultas de lanzamiento de vapor, y un cuarto portaaviones, previsto para 2025, de propulsión nuclear dotado de avanzados sistemas de lanzamiento y apontaje.

Sin embargo, y a pesar de representar un gran hito en las capacidades marítimas de China, las críticas que llegan desde occidente recalcan sobre la “inferioridad tecnológica de las naves” en comparación con un portaaviones de la Marina de los Estados Unidos. Con lo cual, este hecho indicaría que la ansiada ambición de transformar a su Marina en una potencia capaz de competir con la US Navy, se visualiza aún como un sueño lejano.

Li Jie asegura que la producción continuará a fin de garantizar la capacidad de combate de la Marina y aseguró:  “creo que debemos tener de cinco a seis portaaviones, y que el plan contempla en que se tardará entre 20 y 30 años en desplegarlos a todos ellos y poder llevar a cabo operaciones de grupos de ataque”.

El Mar de China Meridional en disputa

En los últimos años China ha dado mucho que hablar también por su creciente avance en su proyecto de soberanía sobre la zona en disputa del Mar de China Meridional, el cual presenta un escenario de conflicto en la región, donde ya se encuentra desarrollando un programa de infraestructura de recuperación de tierras, que sufren de inundaciones o que permanecen sumergidas permanentemente, con el propósito de explotarlas por su alto valor geoestratégico y económico.

Existe, en total, evidencia de siete islas que han sido militarizadas, preparadas para protegerse de cualquier acción bélica con una infraestructura similar a la de un portaaviones, en donde imágenes satelitales muestran la instalación de redes de bases aéreas, torres de radares y sistemas de defensa antimisiles.

China ha mostrado un fuerte aumento en sus capacidades marítimas en los últimos años y su decisión firme de mostrar un mayor control sobre la misma, y como aseguró el experto Li, China ahora debe asegurarse de poder “superar todas sus dificultades y desafíos por sí sola”.

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