Leonardo DRS recibió 13 millones de dólares adicionales, para continuar desarrollando la ingeniería y probar un sistema montado en un vehículo blindado que el ejército de los EE. UU. espera que funcione como protección a los soldados contra los ataques de pequeños drones.
La información fue brindada a través de un comunicado de prensa del Departamento de Estado el pasado 31 de julio.
El contrato inicial que recibió el contratista Leonardo, fue de 16 millones de dólares por parte del Ejército en julio del 2017, al cual este año se le han agregado otros 13 millones de financiamiento para desarrollar una capacidad contraria a UAV denominada Sistema de Defensa Integrada de Vehículos Aéreos Móviles Bajos, Lenta, o MLIDS, con la esperanza de desplegar “numerosos sistemas de producción a principios del verano de 2018”.
En la conferencia anual de la Asociación del Ejército de los EE. UU. en octubre, la compañía anunció que había recibido un contrato de producción de 42 millones de dólares por un número no revelado de MLIDS, para cumplir con los requisitos del Ejército para vencer a sistemas no tripulados pequeños y baratos como cuadriciclos y aviones de ala fija que operan como artefactos explosivos improvisados en el aire.
“Los aviones no tripulados se están convirtiendo en una amenaza cada vez más peligrosa para nuestros soldados, y estamos orgullosos de apoyar este requisito urgente para protegerlos de vehículos aéreos pequeños no tripulados potencialmente letales”, dijo Aaron Hankins, vicepresidente y gerente general de DRS Land Systems, en octubre de 2017. “Estamos trabajando arduamente para ofrecer la mejor capacidad a nuestros soldados lo más rápido posible”.
MLIDS es una combinación de varios sensores y disparadores montados en dos vehículos todo terreno resistentes a las minas, protegidos contra emboscadas, o M-ATV. Un M-ATV porta sensores electro-ópticos e infrarrojos, en este caso, los mismos estarán montados a un sistema de vigilancia y un equipo de reconocimiento del campo de batalla. Este sistema es usado para localizar y rastrear objetivos potenciales, como también para participar en la guerra electrónica al interferir las señales que controlan el vehículo no tripulado.
Se espera que el trabajo en el contrato esté completo para mayo de 2019.