El contrato para el último de los cuatro aviones de alerta temprana aerotransportados de Northrop Grumman E-2D Advanced Hawkeye ordenados por Japón, ha sido adjudicado, ya que el país anunció planes para reorganizar su comando aerotransportado de alerta temprana.
El primer E-2D japonés se encuentra actualmente en pruebas de vuelo, habiendo realizado su primer vuelo desde el Centro de Excelencia de Integración de Aeronaves de Northrop Grumman en St. Augustine, Florida, en octubre de 2017, y se espera su entrega a finales de 2019.
El E-2D es la última variante de la aeronave de alerta temprana aerotransportada E-2 Hawkeye, que ya está siendo operada por la marina de los EE. UU., y cuenta con un nuevo radar de Lockheed Martin AN / APY-9 de banda ultra alta, que es capaz de detectar y rastrear misiles de crucero y aviones de baja visibilidad.
Sin embargo, las aeronaves japonesas no están equipadas con la Capacidad de Participación Cooperativa (CEC, por sus siglas en inglés), como las E-2D navales de EE. UU. CEC es una red de sensores con capacidad integrada de control de incendios que combina datos de múltiples sensores de búsqueda de aire de combate en unidades equipadas con CEC en una sola imagen de pista compuesta en tiempo real.
Los medios japoneses también han informado previamente que el Ministerio de Defensa está buscando equipar sus E-2D y destructores equipados con Aegis con CEC, permitiendo que el primero guíe los misiles disparados por este último.
Japón también está renombrando la organización de comando a cargo de su avión de alerta temprana en vuelo. En su último pedido de presupuesto publicado a fines de agosto, el Ministerio de Defensa anunció que su Grupo de alerta temprana aerotransportado pasará a llamarse “Ala de alerta temprana aerotransportada” para reflejar su flota ampliada de dichos aviones.
La Fuerza de Autodefensa del Aire de Japón actualmente opera 13 E-2C Hawkeyes más viejos y cuatro E-767 en el papel en sus bases en Misawa y Hamamatsu, respectivamente. Un pequeño destacamento de E-2C también opera desde Naha, en la isla japonesa de Okinawa, en el sur del país.
El Departamento de Estado de EE. UU. había aprobado la solicitud de Japón de adquirir cuatro E-2D bajo el programa de Ventas Militares Extranjeras en junio de 2015, con el anuncio de la Agencia de Seguridad y Cooperación de Defensa en ese momento que incluía un costo estimado de 1.700 millones de dólares incluyendo equipos asociados, repuestos y soporte logístico.