La Fuerza Aérea de los EEUU ha otorgado a General Atomics Aeronautical Systems un contrato de 263.4 millones de dólares para la producción del avión de vigilancia no tripulado MQ-9 Reaper.
El contrato, anunciado el lunes por el Departamento de Defensa, consistirá en la configuración de producción del Reaper, con los fondos de adquisición de aeronaves de la Fuerza Aérea 2017 y 2018 en la cantidad total que se compromete a la compañía. Se estima que la fabricación se extenderá hasta noviembre de 2021.
El MQ-9 SkyGuardian, más conocido como Reaper, es una mejora del mucho más antiguo MQ-1 Predator. El mismo está diseñado para ser más grande y capaz de transportar cargas más grandes de sensores y armas más pesadas.
Está diseñado principalmente para misiones de ataque, ataques de precisión contra objetivos puntuales, vigilancia, apoyo aéreo y reconocimiento.
El Reaper tiene un tiempo de espera largo y extendido sobre el objetivo y lleva el avanzado sistema de apuntamiento multi-espectral para la detección de objetivos, la vigilancia y las misiones de ataque. El MSTS incluye cámaras de infrarrojos, designadores de láser y sistemas de vídeo con enlaces de datos satelitales que permiten su información del sensor para ser compartido a través de las redes.
El Reaper tiene una velocidad de crucero más alta que el Predator y un techo de vuelo de hasta 40.000 pies, lo que lo pone por encima del nivel del suelo, con la excepción de los misiles avanzados tierra-aire. Los drones pueden armarse con láser y misiles guiados por GPS y bombas como Hellfire, GBU-12 Paveway y Joint Direct Attack Munitions.
El segador se ha exportado ampliamente a los aliados de EEUU, incluidos los miembros de la OTAN y la India.