Este domingo 28 de octubre, Jair Bolsonaro se consagró en segunda vuelta en las elecciones brasileñas, frente al candidato opositor Fernando Haddad. La diferencia fue notable, el ganador del Partido Social Liberal obtuvo más del 56% de los votos por sobre el Partido de los Trabajadores. La llegada de Bolsonaro al poder plantea algunos interrogantes, tales como el futuro del MERCOSUR, el destino de la economía, y el tema que nos interesa, que es la cuestión de la Defensa. En consideración de este área, planteamos posibles escenarios de lo que pudiera ocurrir en la presidencia del “Donald Trump brasileño.”
En primer lugar, es necesario mencionar que una de las principales cuestiones que permitió la ampliación de la base política de Bolsonaro fue su fuerte rechazo a la inseguridad, debido a que, de acuerdo con los datos dados a conocer por la agencia española RTVE, el año pasado el país alcanzó una cifra histórica de 64.000 asesinatos. Recordemos que las Fuerzas Armadas en Brasil tienen una fuerte participación en lo que respecta a seguridad ciudadana, y bajo su presidencia se espera que esta incidencia sea aún mayor. En declaraciones de campaña, el presidente electo había afirmado que si triunfaba, utilizaría al Ejército para patrullar las calles, describiendo a Brasil como “un país en guerra.”
En segundo término, se espera que el sucesor de Michael Temer continúe con su tarea de modernizar el aparato de defensa brasileño. De esto se desprende que, independientemente del color político, el gigante sudamericano ha logrado constituir un polo de la industria de la defensa de vanguardia en la región. Su moderno complejo militar industrial le permite el desarrollo de diversos medios, ya sea en materia terrestre, aeronáutica o naval. No obstante, la cartera sigue enfrentando una serie de retos como el programa de submarinos de la Armada, la importación de los aviones caza Gripen, la modernización de la flota de turbohélices Tucano del 1º Escuadrón de Instrucción Aérea, el proyecto de artillería Astros 2020, entre otras cuestiones.
En cuanto al rol que ocupe la Defensa, muy probablemente Bolsonaro le otorgue un papel central, puesto que desde la presidencia de Cardoso (1995- 2002), el país había estado dirigido por civiles o diplomáticos. Entre los temas más importantes de agenda que integran la política exterior del mandatario en materia de Defensa se encuetran la cuestión de Venezuela, y el combate contra el crimen organizado en las zonas de frontera.
Por otra parte, Bolsonaro ha expresado su simpatía hacia el presidente estadounidense Donald Trump, lo cual podría redundar en una nueva edición de la política del Departamento de Estado hacia Sudamérica particularmente centrada en potenciar las capacidades militares de Brasil, tal y como sucedió en la década del setenta. En la actualidad, ambos países mantienen una importante colaboración científico- militar, que se expresa por ejemplo, a través de la fusión entre Boeing y Embraer y en las negociaciones por la compra de aeronaves Embraer- 314 “Súper Tucano” por parte del gobierno estadounidense. Además de esto, hay que destacar el comercio bilateral en lo que respecta a armas de fuego de pequeño calibre.
Siguiendo con la línea del párrafo anterior, se espera que la relación entre los países continúe dando buenos resultados. Las palabras de Trump sobre Bolsonaro no parecen dejar lugar a dudas, el 29 de octubre el presidente estadounidense le dedicaba un Twitt al presidente brasileño, “Tuve una muy buena conversación con el nuevo presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, quien ganó la carrera con un margen sustancial, acordamos que Brasil y Estados Unidos trabajarán estrechamente en comercio, defensa y todo lo demás. Excelente conversación telefónica, ¡lo felicité!”
em 2019 não será diferente de 2018. devido a crise econômica, manterá o mesmo orçamento, compra de material de segunda mão e definição das corvetas para a marinha (4 ou ate 8 unidades).
Muito pelo contrário, com privatizações e enxugamento do gasto público, além de demissões de funcionários parasitas; o Estado vai ter muito dinheiro no caixa. Os investimentos do exterior vão ser grandes, dando um alívio para a economia brasileira.
E além disso, se conseguirmos diminuir 40% da roubalheira no governo já seremos um outro país. (sim, haverá corrupção no governo, sempre houve e sempre vai existir)
Temos que levar em conta que o Presidente Bolsonaro já disse que não haverá cortes nas pastas da Defesa. Destarte, teremos verbas para concluir os projetos e, com a suas conclusões, remanejar o dinheiro para outras áreas/compras.