El Consejo de Ministros español ha aprobado tres programas de armas por un costo total de 7.331 millones de euros, según fuentes de defensa. Esto implica la construcción de cinco fragatas F-110 entre 2019 y 2032 por 4.325 millones de euros; la adquisición de 348 vehículos 8×8 para el Ejército, que se entregarán en 2025, por 2.100 millones de euros; y la actualización del avión de combate Eurofighter por 906 millones de euros.
Si estos programas se suman a los ya aprobados desde la llegada de Pedro Sánchez como Primer Ministro, los adicionales para los submarinos S-80 (1.172 millones de euros), los satélites de comunicaciones (1.397 millones de euros), la modernización de los helicópteros Chinook (819 millones de euros) y Compra de helicópteros NH-90 (€ 1,381 millones) – el costo total asciende a 12,100 millones de euros.
Lo que se ha aprobado son los topes de gastos para estos programas, pero no los contratos en sí, que deberían adjudicarse el próximo año. Estos proyectos tienen un fuerte impacto en el empleo, especialmente las fragatas F-110, que generarán casi 7,000 empleos durante nueve años, 3,300 de ellos directos, especialmente en Galicia.
Las F-110, en cuyos programas de tecnología España ya ha invertido 174 millones de euros, son buques de múltiples misiones que reemplazarán a las seis fragatas de la clase Santa María, que tienen más de 30 años de servicio. Una de sus principales novedades es la incorporación de un mástil integrado con sensores y antenas.
El lanzamiento del programa estaba pendiente de la elección del sistema de defensa antiaérea; entre el British Sea Ceptor y el American ESSM Block 2. En agosto pasado, Defensa resolvió la disputa a favor del segundo, luego de verificar el alto costo de la integración del misil europeo en el sistema de combate Aegis y las limitaciones de acceso a la información y la información intelectual. propiedad.
La Marina siempre optó por el Sea Sparrow (ESSM), en servicio en varios de sus barcos, pero el antiguo equipo de Defensa declaró la opción europea como “prioridad” y encargó un estudio de viabilidad de 9,5 millones de euros a la empresa MDBA, fabricante del Sea Ceptor.
En cuanto al VCR 8×8, conocido como “Dragón” por el Ejército, será el nuevo vehículo blindado con ruedas que reemplazará al viejo BMR, que tuvo que ser retirado de Afganistán e Irak por su falta de seguridad. El gabinete aprobará solo la primera fase de un programa que, en total, se espera que incluya 998 vehículos y cueste 3,836 millones de euros.
El gobierno ya ha invertido 92 millones en los programas tecnológicos del Dragón, otorgados a una UTE (joint venture temporal) integrada por Santa Bárbara Sistemas, Indra y SAPA. La entrega de los cinco demostradores tecnológicos estaba programada para noviembre pasado, pero se pospuso hasta julio de 2019, luego de que el Ejército solicitó un sexto prototipo para probar la movilidad (motor y transmisiones), incorporó una estación de armas de fabricación nacional y decidió utilizar dos de los vehículos para evaluar su resistencia contra minas y explosivos.
El impacto del programa en el empleo será especialmente importante en Alcalá de Guadaira (Sevilla), Trubia (Asturias), Aranjuez (Madrid) y Andoain (Gipuzkoa).
Finalmente, la actualización del Eurofighter pretende evitar que los aviones españoles queden desactualizados en relación con los otros socios del proyecto (Reino Unido, Italia y Alemania). Con este aumento, el coste total para España de los aviones de combate europeos aumentará hasta los 10.160 millones de euros.