Desde la Base de la Fuerza Aérea Vanderberg en el sur de California, se lanzó un cohete que transportaba un satélite espía. El mal clima y problemas técnicos retrasaron la expulsión durante más de un mes.
“Felicitaciones a nuestro equipo y socios misioneros por entregar con éxito este activo crítico para apoyar las misiones de seguridad nacional”, dijo en un comunicado Gary Wentz, vicepresidente de Programas Comerciales y Gubernamentales de la ULA. “Gracias a todo el equipo por su perseverancia, dedicación constante y enfoque en el 100 por ciento del éxito de la misión”.
El lanzamiento fue retrasado al menos cinco veces por fuertes vientos, una fuga de hidrógeno y varias fallas, según informó KNBC-TV.
El cohete será utilizado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y la NASA.
El próximo lanzamiento planeado de ULA para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, es un cohete Delta IV, programado para el 13 de marzo desde el Space Launch Complex-37 en la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral en Florida.