El Ministerio de Defensa del Reino Unido presento sus nuevos planes para un nuevo avión de combate furtivo llamado “Tempest” en la bienal Farnborough Airshow 2018, en referencia al legado del Hawker Tempest de la segunda guerra mundial. Después de haber rechazado la propuesta de Moscú de desarrollar conjuntamente un avión de combate de quinta generación, la Fuerza Aérea de la India (IAF, por sus siglas en inglés) será invitada este mes para desarrollar conjuntamente el Tempest.
Business Standard se entero de que una delegación del Reino Unido, incluidos funcionarios y ejecutivos del Ministerio de Defensa (MoD) y del gigante británico de defensa BAE Systems, que llegará el 18 de febrero para la exhibición Aero India 2019 en Bengaluru, informará a los funcionarios indios del MoD e IAF y evaluará el potencial de colaboración.
La firma con sede en el Reino Unido lidera el “Team Tempest”, que también incluye al fabricante de motores Rolls-Royce, al contratista de defensa italiano Leonardo y al consorcio europeo de misiles MBDA. El avión tendrá dos motores ocultos en lo profundo del fuselaje para ayudar a mantener sus firmas de infrarrojos y de radar lo más bajas posible. Rolls-Royce dice que están trabajando en un diseño de motor que aprovechará los materiales compuestos y los procesos de fabricación avanzados para que sean livianos, tengan una mejor gestión térmica y sigan manteniendo los costos bajos. La planta motriz del Tempest tendrá controles digitales para una administración de potencia más precisa y para proporcionar al personal de mantenimiento información sobre si los componentes necesitan reemplazo y otros aspectos de la “salud” del sistema.
El Tempest tendrá una amplia gama de sensores, incluidos radares avanzados y cámaras multiespectrales, así como enlaces de datos no especificados y equipos de comunicaciones. Al igual que con otros diseños avanzados de aviones de combate, como el F-35 Joint Strike Fighter, el objetivo es proporcionar al piloto una imagen tan completa del espacio de batalla como sea posible, permitir que el avión comparta esa información con otras fuerzas amigas y permitir que el piloto obtenga datos adicionales de otros activos en el aire, en el suelo e incluso potencialmente en el espacio.
Interesante opción para India, probablemente la mejor propuesta hacia el futuro. Habrá que ver las condiciones de cooperación y la cuestión de la transferencia de tecnología, un punto que hizo demorar y luego fracasar el desarrollo conjunto con Rusia del FGFA (derivado del PAK-FA de Sukhoi). Es éste un punto crucial para India, que busca tecnología de punta especialmente en radares AESA y motores avanzados. India ha invertido millones de rupias en el desarrollo local de ambos sectores de la fabricación aeronáutica, pero sus avances han sido lentos y no han conducido a productos fiables. India ha inclinado sus preferencias por la transferencia de tecnología, mucho más segura y económica. Otro punto a tener en cuenta, al menos con la experiencia del FGFA en mente es la necesidad india de desarrollar una versión naval. Es decir, es improbable que India entre en un proyecto de ésta naturaleza y envergadura sin obtener ventajas estratégicas, e intentar aportar condicionamientos en la etapa de diseño para adaptar la aeronave a sus necesidades. Éstas y otras cuestiones seguramente agregarán condimentos especiales a éste acuerdo. Pero para BAE Systems es importante tener socios de peso, no solamente por el aporte monetario que India podría realizar, sino que intenta convertir el Tempest en un proyecto multinacional, y una opción importante para el programa europeo de avión avanzado de combate futuro, si es que el proyecto franco-alemán (e hispano) sufre demoras o fracasa. Incluso si ambos proyectos logran fusionarse (aunque todo indicaría lo contrario), el éxito del Tempest colocaría al gigante británico en muy buenas condiciones de liderar el proyecto, con todos los beneficios que ello conllevaría.