Secreto a voces desde hace un buen tiempo, todo parece indicar que el emblemático bimotor turbohélice argentino tiene los días contados para su pase a retiro. Con más de cuarenta años en servicio con la Fuerza Aérea Argentina (y a casi 5 meses de cumplirse 50 años de su primer vuelo), el IA-58 Pucará se sumará a aquellos sistemas de armas que supieron escribir páginas doradas, no solo dentro de la FAA sino también en la industria aeronáutica nacional.
Lamentablemente, la actualidad encuentra a una flota muy reducida y casi al límite, consecuencia no solo de su vetustez sino también de la larga y casi perenne situación por la cual atraviesan las Fuerzas Armadas: presupuesto y planificación deficientes, padecimientos que no siempre deben limitarse a los responsables políticos y que en muchas ocasiones fueron los causantes de dar por tierra con ambiciosos proyectos que hubieran permitido al Pucará encarar su vejez en mejores condiciones.
La última gran actividad del sistema de armas Pucará se pudo apreciar el año pasado, con despliegues en Villa Gesell y posteriormente brindando apoyo a las tareas de seguridad aérea durante la Cumbre de Jefes de Estado del G-20. Por aquel entonces ya se tenía que lidiar con ciertas limitaciones y novedades, las cuales fueron haciendo mella en la cantidad de IA-58 disponibles: Un ejemplo fue el incidente sufrido por el A-568 en septiembre de 2018, el cual sufrió doble plantada de motor. La situación no pasó a mayores ya que fue resuelta gracias a la pericia y sangre fría del piloto. También ha sido recurrente observar a los Pucará operando como monoplazas, situación que resultó del faltante de ciertos componente para su sistema de eyección.
El Pucará pronto de despedirá de los cielos argentinos siendo un Ícono de la III Brigada Aérea y del Grupo 3 de Ataque, Veterano de la Guerra Aérea por las Islas Malvinas y un orgullo de la por entonces Fábrica Militar de Aviones. Lo cual no es poco para tan noble guerrero.
La pena no es que deje de volar, ya que se merece y tiene muy bien ganado su retiro, sino, que se va sin un reemplazo digno de tan noble máquina, o que lo supere en cantidad y tecnología. Si lo suplantan los tucano pero tienen menos capacidad de armamento, no tienen 2 cañones de 20 mm, ni 4 ametralladoras de 12,7 mm. Ni tampoco tiene capacidades superadoras como, portar misiles aire aire o aire tierra, que sería una evolución lógica para el reemplazo del pucara… Adiós guerrero… ??
Cierto, Francisco. Los sistemas de armas aéreas se van desactivando sin reemplazo. Este avión pudo haber tenido otra realidad si el poder político y los que saben de aeronáutica hubieran planteado una modernización de este SdA. En una epoca en la que hasta un aeroaplicador lo transformaron en avión de ataque, el Pucará podría ver reverdecer sus glorias, pero los dos últimos gobiernos han demostrado su decidia en materia de defensa. Una lástima que al viejo y glorioso Pucará le espere un retiro ignominioso como este. Solo Dios sabe qué le espera a la FAA. Hasta no tiene sentido comprar 12 Texan para entrenar ¿futuros pilotos de combate, para que vuelen qué aviones?
Otro amigo más que se va! Como me hubiese gustado ver al sistema Pucará remotorizado, con nueva aviónica e incluso -si tal modernización era posible- con chaff y bengalas. Lo único que resta es saber si AL MENOS habrá un aeroaplicador armado (al estilo Archangel Iomax) que lo reemplace, o si será un sistema de armas que se va sin ningún mínimo reemplazo, poniendo un clavito más al ataúd de nuestra querida FAA.
Se echan las culpa en los políticos, pero mucha de ella la tienen los mismos militares que como siempre quieren cagar mas alto que el culo.
Una lastima, proyecto de modernización estaba, no lo quisieron hacer. Hasta habian hecho un somilador de vuelo para los Pucará… ahora todo a la basura